Vivencias y pensamientos sobre la ruralidad y la vida en el campo desde Purujosa pueblo casi deshabitado a la sombra del Moncayo.

miércoles, 29 de marzo de 2017

Los tribunales reducen la mina de Borobia

Este mes conocimos la setencia sobre el recurso contencioso-administrativo interpuesto por la Plataforma en Defensa del Agua y la Tierra contra la concesión de la explotación minera de magnesitas en Borobia en donde se estimaba el recurso pero de forma parcial. Ello se traduce en una notable reducción de extensión de la mina, pasando de una concesión de 16 cuadrículas mineras (480 Ha) a una de 6 (180 Ha)

Una victoria a medias, pues aunque se ha tenido en cuenta la irrefutable manipulación del D.I.A (Declaración de Impacto Ambiental) que sólo hacía referencia a las 6 cuadrículas finalmente aprobadas frente a las 16 aspiradas por la multinacional, anulando la resolución de la Junta de 2013, la sentencia lamentablemente no advierte los peligros ambientales manifiestos de la explotación, cómo se ha comprobado ya con elevados niveles de turbidez en el río Manubles

Es por eso que habrá que esperar porque la disputa continúa en los tribunales, donde los jueces tendrásn que resolver nuevos contenciosos como el interpuesto contra la CHE por la autorización de vertidos de aguas residuales y de aprovechamiento de aguas subterráneas, como se puede ver en la imagen superior correspondiente al Acta del Pleno de Ayuntamiento de Bijuesca.

Como siempre, recordar que toda la información referente a la mina la podéis encontrar en www.aguamanubles.blogspot.com.es

domingo, 26 de marzo de 2017

Reflexiones sobre el "Salvados" dedicado a la despoblación.

El programa de Jordi Evole "Salvados" dedicado a la despoblación rural ha dado mucho que hablar. Su visionado es obligatorio, ofrece un panorama demoledor de la dura realidad que viven nuestros pueblos. 

y es por eso que quiero traer a colación un artículo titulado "El abandono de los pueblos te afecta, urbanita", donde se enumeran los elementos intangibles pero esenciales para nuestra subsistencia como especie que tienen su germen en el espacio rural: el agua dulce que bebemos nace en las montañas (imposible no acordarnos de la mina de Borobia), la generación del oxigeno que respiramos,la mitigación de los efectos del cambio climático, el freno a la erosión, la preservación de la biodiversidad. Pues la preservación de todo ello depende de unos guardianes que poco a poco van desaparenciendo: la población rural.

De ahí la importancia de programas como el emitido que se suma a la dinámica reciente de interés público por la cuestión. Pero en otro artículo titulado "Mi España vacía" nos invitan a la cautela señalando como el reportaje no iba más allá de la descripción de una problemática a la que no hay voluntad real de poner solución. Es necesario hablar claro: "Los habitantes de este enorme país despoblado somos ciudadanos de segunda (...) por culpa de un modelo económico voraz que primero la vació y ahora no hace nada por rescatarla". Y señalan con acierto: "No vayan a creerse que la gente no vive en nuestros pueblos por falta de vivienda. Nos sobran ruinas. Nos faltan políticas de vivienda social".  

Porque frente a la imagen derrotista que transmiten todos los análisis, todavía hay esperanza. Ilusiones que se ven en la mirada de los neorrurales que viven en los pueblos por propia voluntad. Es el caso de Rosa, que la conocemos del albergue de Calcena y que reflexionaba sobre la cuestión en su blog:. Extraemos unas líneas de Reflexiones tras un salvados de invierno infinito. "Me niego a quedarme con esa imagen negativa, oscura, tétrica, de invierno infinito que mostró el programa Salvados el pasado 12 de marzo. Vivo en pueblos con menos de 50 habitantes desde hace 9 años, como elección de vida y desde el deseo y la oportunidad que en ellos encuentro, y os aseguro que en ellos hay sol, luz, vida, y sensaciones que los que hemos decidido vivir aquí no cambiamos por nada.(...) se puede vivir en el pueblo en el siglo actual, con lavadora, con conexión a Internet, tele (...)Yo ejerzo una profesión, de este siglo, en la Comarca más pequeña de Aragón y lo hago encantada y con entusiasmo, como una oportunidad de trabajar de manera diferente a la habitual (...) aprendes de los mayores, de los que no se fueron, toda una cultura que muchos no tienen ni el placer de palpar, y aprendes a hacer las cosas de forma diferente, a disfrutar del tiempo, del silencio, de la naturaleza en estado puro, a sentir las estaciones con la llegada de las aves, cambios de colores, … y os aseguro que eso no es oscuro, ni tétrico, como el programa del domingo, sino lleno de luz."


Palabras de gente que cree "en el potencial del territorio" y que lo demuestra con su iniciativa económica. Es por eso que nos queremos despedir una vez más con otra aparición en los medios de comunicación del proyecto Senderos de Teja, en este caso en Aragón Radio. Podéis escuchar el podcast clicando en el enlace anterior.
Salud.

viernes, 10 de marzo de 2017

senderismo y escalada frente a macrogranjas y minas.

El capitalismo se basa en la maximización de beneficios para incrementar la competitividad. Es un modelo depredador que antepone las ganacias cortoplacistas frente al equilibrio a medio y largo plazo. Lo sabemos bien en el Moncayo. El entorno del Moncayo soriano ya tuvo en el pasado minas a cielo abierto que generaron trabajo durante unas décadas hasta que esquilmaron el suelo, acabaron con los recursos y los empresarios, una vez explotada la tierra, se marcharon con sus beneficios y con ellos volaron los puestos de trabajo quedando en los pueblos contaminación y emigración como recuerdo de su paso por nuestras tierras.

La historia se repite y de nuevo la espada de Damocles pende sobre nuestras cabezas. Y no estamos hablando de una falcata celtibérica sino de una hoja de doble filo. Por un lado la mina de Magenesistas de Borobia que de nuevo está dando que hablar. Recientemente IU pidió explicaciones a la DGA por un vertido contaminante al río Manubles. Lo que predijimos que pasaría está pasando. Todo un valle, su fauna, su agricultura y su población, amenazado por la avaricia de unos pocos. Parece que ya hemos olvidado el desastre de la mina de Aznalcollar, la mayor catástrofe ecológica de la historia de España. Si a ello sumamos las amenazas que han recibido aquellos que se han opuesto al proyecto, tenemos el fiel retrato de la España más oscura y caciquil. Un binomio terrible entre intereses especulativos de las grandes compañías y las redes clientelares locales. 

Pero eramos pocos y parió la abuela. Una nueva amenaza: la macrogranja de Noviercas. 20.000 vacas estabuladas que producirían mierda como una ciudad de 4 millones de habitantes y consumiría 3 millones de litros de agua diarios. El argumento de sus defensores: Los 250 puestos de trabajo que generarían. Lo que no dicen es la quiebra que supondría para las explotaciones familiares que no podrían competir contra esa gran empresa lactea. De nuevo el capitalismo, el pez grande se come a los peces chicos y en su afán devorador no duda en destruir el medio ambiente.

Parece que la Junta de Castilla y León está empeñada en joder al Moncayo. Pero todavía hay esperanza. Este territorio es un pulmón verde, un corazón rural necesario para la cada vez más estresada y contaminada población urbanita. Recientemente leíamos un artículo titulado Senderismo, el "turismo silencioso" que no para de avanzar. Allí se explicaba como es el tercer deporte más practicado por los españoles y su crecimiento como medio de combinar salud y turismo. Tampoco podemos obviar los deportes de aventura que tienen su marco en la naturaleza. En la cara oculta del Moncayo la escalada se está convirtiendo en un motor de desarrollo. Además, es un proceso que se retroalimenta: va a más. Buscad en youtube "escalada en Calcena" y tendréis vídeos como el de abajo, publicado apenas hace 5 días, con cientos de visitas.

Senderismo y escalada, lo mismo que la bicicleta de montaña, la ornitología, la espeleología y demás prácticas sostenibles en el medio natural si contribuyen el desarrollo local sin hipotecar el futuro de las generaciones venideras ante la destrucción del territorio. Es un modelo que aprovecha los recursos endógenos diferenciales y específicos. Es el futuro.