Vivencias y pensamientos sobre la ruralidad y la vida en el campo desde Purujosa pueblo casi deshabitado a la sombra del Moncayo.

martes, 25 de mayo de 2010

Fiestas Purujosa: Virgen Constantín 2010

Este fin de semana se celebró la tradicional romería que efectúan los vecinos de Talamantes hasta Purujosa para honrar a la virgen de Constantín. Una de las ultimas romerías transmoncainas que se realizaran en la Cara Oculta del Moncayo, donde algunos valientes todavía mantienen la tradición de llegar hasta Purujosa por las viejas sendas que pasan junto a los Castillos de Herrera y el Collado de las Estacas.

Tras el turno de los Talamantinos, llega el momento de los propios Purjosanos que celebramos el próximo fin de semana la festividad de nuestra patrona. Inspirados por el magnífico ejemplo de Talamantes, el año pasado recuperamos una vieja tradición que se había perdido: la romería a San Cristobal, situada en el vecino pueblo de Calcena. Aunque la mayoría subieron en coche, unos cuantos recorrimos el bonito sendero que en menos de una hora te acerca hasta la cima contribuyendo así a la pervivencia de ese rico legado de nuestras montañas que es la etnohistoria.

Y precisamente, una de las cosas que mas sorprende al visitante que llega a nuestro pueblo es la pervivencia de la Jota como elemento central de la fiesta. En otros pueblos, la jota se ha convertido en un acto institucional, frío, de programación casi obligatoria por imperativos de la tradición, no por una voluntad propia de la comunidad. Aquí sucede todo lo contrario: Los vecinos acompañan a la ronda que recorre las calles y participa activamente, las puertas de las casas se abren para agasajar a los joteros y los propios vecinos se animan a cantar acompañados por la Rondalla. No es raro que una vez acabada la ronda, mucha gente obvie la discomóvil por quedarse cantando jotas de picadillo en el bar.

Y así, entre romerías, jotas, pingar el Mayo y discomoviles pasaremos el próximo fin de semana, vecinos, amigos, invitados, turistas y todos aquellos que queraís pasaros por el Nido de águilas del Moncayo, porque, faltaría mas, estais invitados.

lunes, 24 de mayo de 2010

Extranjeros en el mundo rural

Destino España, programa de TVE, dedicó su último número a extranjeros que residen en Aragón. En dicho programa salieron testimonios muy interesantes de personas foráneas que han ubicado su residencia en alguno de los numerosos pueblos que tiene Aragón. Desde el caso de una artista holandesa residente en Valderrobles, a una Hindú nacida en Londres que vive en Cretas, del caso de un americano afincado en Daroca al popular Kyoto, jotero japonés, afincado en Boltaña. El destino de todas estas personas coincidía en un aspecto: Habían fijado su residencia en un pueblo por la calidad de vida y por una cuestión estética difícilmente cuantificable en términos económicos: La hermosura de una tierra, de un paisaje que un día quisieron hacer suyo.

Así, la holandesa Marian, al hablar de Valderrobles, destacaba “la belleza de este pueblo y también la naturaleza”. Utilizaba la misma expresión que el japonés Tokio para describir Pineta: “me enamoré del lugar”. En parecidos términos se expresaba Bill al hablar de Daroca, insistiendo en la antigüedad como un valor imposible de encontrar en EE.UU. Además, todas estas personas, al fijar su residencia en el mundo rural generan un impulso económico por el simple hecho de actuar como factor consumo en la región o también con iniciativas empresariales como la de Rehka, emprendedora autónoma, que creó en Cretas una empresa de jabones artesanales.

En Purujosa también tenemos nuestro particular ejemplo con el caso de Yemi, brasileña de origen y Purjosana de adopción. Ella gestiona el albergue del pueblo junto a su marido Carlos. Más allá del propio dinamismo económico generado, hay que destacar el impulso demográfico: Fruto del matrimonio ha sido el nacimiento de “Juan Carlicos”, el último Purjosano, tras años de ausencia de niños por sus calles.

Los investigadores demográficos coinciden en señalar el retorno al medio rural como una característica de los países postindustriales al adquirir el campo una serie de valores añadidos difícilmente cuantificables en términos económicos: tranquilad, silencio, naturaleza, espacio, calidad de vida, relaciones más personalizadas, etc. En España el fenómeno de los neorrulares es todavía incipiente a causa del tardío éxodo rural. De ahí la estigmatización que todavía tiene el mundo rural, asimilando el “ser de pueblo” como síntoma de retraso. En EE.UU., Inglaterra, Holanda o Japón la percepción ha cambiado, han pasado más generaciones desde que se produjo la revolución industrial, y de ahí la valoración que hacen de nuestro medio rural. Valoración que muchos autóctonos ya empezamos a compartir.


El visionado del documental (muy recomendable) se puede hacer en este enlace Destino España: Aragón

martes, 18 de mayo de 2010

Calcenada Primavera 2010

Fin de Semana de Calcenada quiere decir fin de semana de dinamismo y de actividad en la Cara Oculta del Moncayo. Desde luego, nunca podremos agradecer del todo la brillante idea que un día tuvieron unos emprendedores Calcenarios, amantes de su tierra. La Calcenada logró poner a la Cara Oculta del Moncayo sobre el mapa, significó una difusión y divulgación del lugar mayor que la que cualquier campaña institucional o pública hubiera logrado jamás. Y todo gracias a la iniciativa y esfuerzo constante que pone La Asociación de Amigos de la Villa de Calcena para que un evento de tal magnitud salga adelante. Porque no debemos olvidar que la coordinación de más de 700 caminantes a través de un recorrido de media montaña no es una cuestión baladí, requiere una organización ímproba, encomiable, que merece todo nuestro reconocimiento de ese grupo de dedicados organizadores y de numerosos voluntarios.

Este fin de semana se celebró la Calcenada de Primavera, que desde mi modesta opinión, tiene el itinerario más bonito de todas las Calcenadas, recorriendo el precioso sector de La Tonda, Valdeplata y Ribera del Isuela. Lamentablemente, en esta ocasión no pude colaborar activamente, cosa que me penó en gran medida porque había estado de colaborador en la Calcenada de Otoño y fue una experiencia muy gratificante. Pero las obligaciones mandan y las oposiciones reclamaban mi tiempo. No obstante, el sábado, Mariano (alma mater de este evento) me invitó a la cena que se celebraba en la carpa habilitada junto a las piscinas.

Cuando aparqué al otro lado del Isuela, que en estos días baja bravío y primaveral, ya había numerosos coches. Algunos amantes de noches frías y estrelladas en soledad preferían cenar a la luz del camping-gas, junto a otros tardanos que todavía andaban montando las tiendas de campaña. En la carpa, las 150 personas que nos reunimos creábamos un acogedor y familiar ambiente. Mientras Fernando preparaba la proyección de diapositivas, otros ayudábamos a Carlos, del Albergue de Purujosa, a bajar los Cazuelos con la judías desde la carretera. Durante la cena, Montero me comentó que habían elaborado 5 paneles interpretativos a lo largo del recorrido, cuya temática era realmente interesante y en el del Collado del Campo había puesto una vista panorámica que en su día le mandé.

Cuando volvía a por el coche, caminaba en silencio escuchando el discurrir del río Isuela acompañado del monótono canto de un cárabo, al tiempo que mi vista se alzaba a contemplar la imponente silueta de la Iglesia-Colegiata de Nuestra Sª de los Reyes y su bonita torre mudéjar recortada en el firmamento. Cuanta grandiosidad para el alma recogida en un breve instante. Cual hermosa estampa ofrece Calcena al que se detiene a contemplarla.

Al día siguiente me acordé en varias ocasiones de Antonio y Paola, compañeros que hubieran sido del puesto de habituallamiento que se les asignó en el fondo del Barranco de Valdeplata. Al caer la tarde bajé a la plaza de Calcena, donde me recibió el tradicional Mayo que continúan poniendo en la localidad y me contaron como les había ido la jornada. Acerqué a Paola a Brea y aun entré a Internet a ver si Antonio había colgado alguna foto en el blog de su Peña Ribazo. Así acabó un fin de semana donde en Purujosa, desde el nido de águilas del Moncayo, estuvimos mirando a nuestros vecinos de Calcena. No era para menos, se celebraba la Calcenada, la Gran fiesta de la Cara Oculta del Moncayo.

domingo, 9 de mayo de 2010

Un cielo dos Riberas: Purujosa desde el aire

Como ya comentamos en su día, en la feria del Calzado de Illueca del mes pasado, se presentó el libro de Santiago Cabello Un cielo, dos Riberas, La comarca de Aranda desde el aire. Solamente por el titulo y la temática, el libro pronto despertó mi interés y este se ha incrementado a raíz de una noticia aparecida en el Periódico de Aragón este jueves pasado. Se trata de una reseña sobre la obra donde aparecen dos referencias a fotografías sobre Purujosa. Citaré de manera literal la referencia periodística: Hay una fotografía a doble pagina titulada Valles y barrancos en la que se despliega la piel del Moncayo agrietada por la erosión del agua. Cuesta trabajo encontrar el pueblo de Purujosa en ese violento magma de piedra en oleaje, con caminos largos y sinuosos, que dejan adivinar la huella tenaz y sufrida del hombre.

En otra fotografía, ya centrada en Purujosa, Cabello percibe “un barco varado entre el río Isuela y el barranco de la Virgen. En su proa asoma la Iglesia y el cementero… mientras recuesta su lomo en la montaña, al abrigo del cierzo ¿Cómo quedó varado ahí en tales abismos?”. Nadie ha descrito así Purujosa.

Solamente por estas referencias, la adquisición de este libro ha pasado a ocupar una prioridad en mi agenda y en cuanto esté en mis manos haré una breve reseña para el blog. Además, no solo de Purujosa vive el autor de estas líneas y estoy convencido que el resto de las fotografías no desmerecerán, ni mucho menos, por ejemplo la de Calcena, nuestros vecinos de la Cara Oculta del Moncayo, de los cuales dice la noticia: “El brío de los amigos de la Villa de Calcena, que insufla energía a un lugar bellísimo, en decadencia”. Concluiré citando de nuevo las palabras de la reseña: “Estamos en la Cara oculta del Moncayo, esa zona trasera, abrupta y apenas conocida del gran monte solitario, donde la geología aparece en forcejeo con la historia; y la dinámica de los siglos se ha quedado fijada en la quietud de los pueblos, en el silencio con que se muestra el mundo desde una avioneta”

lunes, 3 de mayo de 2010

Noticias de La crónica y reflexión albergue

Hoy he recibido La crónica de la comunidad de Calatayud – Aranda, este periódico comarcal de difusión mensual donde escribe mi admirado Pastor de Carenas. Lo cierto es que para la cantidad de pueblos que reúne este espacio geográfico, aparece información y noticias de la práctica totalidad de municipios. En este numero de abril aparecen tres noticias vinculadas a Purujosa.

La primera hace referencia al regreso de nuestro ermitaño de su peregrinación a pie hasta Tierra Santa, ya comentado en este blog. Poco a poco iré introduciendo en mis crónicas algunas de las anécdotas que le han sucedido en su viaje, como aquella velada que pasó junto a otro eremita, converso musulmán, en un valle de Libano. Acompaña el artículo una foto que yo mismo le tomé, a los pies de los peñones de la Muela de Añón, el día que fuimos caminando desde Purujosa hasta el santuario del Moncayo. 50 Km.de ida y vuelta en una dura jornada a través de los puertos, collados y valles del Moncayo que nos dejó de recuerdo unas inolvidables ampollas.

La segunda noticia recoge algunas informaciones vinculadas al Parque Natural del Moncayo. Tal vez la más destaca sea la reubicación de la vía ferrata del desfiladero de las Peñas del Cabo en Calcena, tras las afecciones que había producido a un nido de Alimoches. De este modo, se recupera otro aliciente turístico al tiempo que se preserva la biodiversidad. Además el artículo también viene con una fotografía de la ferrata.

Finalmente, la ultima recoge las ayudas económicas de la Diputación Provincial de Zaragoza dentro del Plan de Infraestructuras y equipamientos locales (PIEL). Para el caso de Purujosa hay una partida presupuestaria de 50.000 € para el proyecto de ampliación del Albergue de San Ramón. Dicha ampliación se llevará acabo en la casa situada en frente del albergue mediante un pasadizo que sobrevolará la calle. Lo cierto es que Purujosa ya contaba con un pasadizo similar en la actual plaza, con parte de una vivienda situada sobre la calle, aunque el derribo de esa manzana en ruinas acabó con dicho elemento urbanístico.

Por mi parte observo dicho proyecto con esperanzas y dudas. Esperanzas dado que el albergue es un elemento económico imprescindible para el pueblo y es cierto que su capacidad ha quedado obsoleta. Sin embargo, me embargan temores ante la posibilidad de que la obra no sea realizada siguiendo los criterios arquitectónicos propios de la localidad. Un pasadizo sobre una calle es un elemento urbanístico genuino, más si cabe cuando será la puerta de entrada al resto del pueblo. Sin duda, será difícil integrarlo en el paisaje sin que desentone, pero 3 medidas serían suficientes: Los muros de la primera planta levantados en piedra, aprovechando las de la propia edificación ahora existente, las vigas del arco y cabeceros de las ventanas de madera y abrir algún vano sobre el pasadizo. Puestos a pedir añadiría algún elemento de forja, como una reja para las ventanas o un balcón sobre la calle. Temo que los arquitectos urbanitas, en su afán de utilitarismo y ahorro de costes olviden que un edificio también constituye una obra de arte dentro de un paisaje, en este caso urbano. Desde luego, por ejemplos ilustrativos y paradigmáticos en Aragón no será: Desde Albarracín a Sos, de Arandiga a Borja, de Mirambel al arco del Cortijo en la vecina localidad de Calcena. Por intrudicir una ilustración, adjuntamos en la fotografía inferior el caso de dos pasadizos en una plaza de Alquezar.

martes, 27 de abril de 2010

Restauración Pilón de la Leche

Ni los más viejos del lugar recordaban la imagen de la Virgen de la Leche. Por ejemplo, Juan Francisco con 69 años comentaba que él siempre había visto el Pilón sin imagen pero que su abuelo le contaba que cuando los jóvenes iban a quintar o a guerras, como la de Cuba, ponían una vela en este peirón para rogar protección a la Virgen.

El Pilón de la virgen de la Leche se encuentra en un cruce de caminos, a la salida de Purujosa, en la intersección de los barrancos de Cuartún y de la Virgen, a la orilla del sendero a Tarazona, principal vía de comunicación antes de la llegada de la carretera. Hacia años que queríamos restaurarlo. No en vano, pese de su estado ruinoso y entre zarzas, era el único peirón que conservaba la localidad, a pesar de que el Pilón de San Ramón había permanecido cuidado y con imagen hasta fechas relativamente próximas. Sus increíbles proporciones y su ubicación sobre una peña hacia que llamase la atención del caminante que se adentra en estas sendas de la cara Oculta del Moncayo. Y la imagen de abandono que transmitía, no era representativa del proceso de recuperación que ha vivido el pueblo.

Había que rescatarlo del olvido, aunque esto no fuera tarea fácil dado su difícil acceso, alejado de los puntos hasta donde podía acceder los vehículos. A veces se añora la presencia de caballerías, antes tan abundantes en los pueblos, único medio de transporte valido en estas montañas. Sin embargo, al igual que cuando se restauró la morada del ermitaño, se hizo un llamamiento popular en pos de la colaboración colectiva. Nuevamente, se iniciaba una obra a vecinal, como en los viejos tiempos. Hasta 20 personas nos reunimos este sábado para bajar al Pilón todo el material necesario (andamios, cemento, agua, tablones, etc.) No tendríamos mulos ni burros, pero nos sobraba voluntad. A pesar de que yo era el único menor de 40 años y muchos de los presentes llevaban muchos años en la edad de jubilación, todos contribuimos en la medida de nuestras posibilidades, cribando la arena del barranco, cortando zarzas, masando cemento, buscando piedras, llevando material, etc.. Fernando y Santiago, albañiles como lo fuera su padre, antiguo alcalde, él cual estaría orgulloso de ver como tras su muerte el pueblo sigue adelante, se afanaban en que la cruz, la cual fue donada gratuitamente por el herrero de Chodes, al igual que la placa, quedara centrada. Mariano el Alcalde arrejuntaba las piedras y las cepillaba con esmero.

El día calentaba y en el almuerzo a media mañana hubo que rellenar la bota de vino varias veces. Las inmensas proporciones del Peirón con 1´2 metros de lado por 4´3 de altura, hizo que el trabajo se prolongase más de lo previsto, gastando 7 sacos de cemento y muchas carretilladas de arena. Sin embargo, a media tarde llegó el momento más esperado, la colocación de las placas cerámicas que reproducen la imagen románica de la Gruta de Breccio en Italia. El trabajo estaba finalizado.

Luego, por la tarde, asomado desde lo alto del barranco vi como el Padre Francisco se acercaba a ver la obra que habíamos hecho y pasaba mucho tiempo orando. Al día siguiente, las campanas de la Iglesia, tras 6 meses de silencio volvían a repicar y esta vez no solo para llamar a misa sino para anunciar que el regreso de nuestro ermitaño desde Jerusalén ha coincidido con la restauración del Pilón de la Leche.


jueves, 22 de abril de 2010

El hombre que plantaba árboles

Hoy, 22 de abril, se celebra el día de la Tierra. En una fecha tan señalada no está de más recordar el papel que juega el mundo rural y en especial las montañas como último bastión de los espacios abiertos, de las tierras semivirgenes, del mundo occidental. Y digo semivirgenes porque la acción antrópica es implacable y ha cambiado la mayoría de los paisajes. La revolución demográfica derivada de la revolución industrial implicó un incremento exponencial de la población. En zonas con un equilibrio muy precario de la relación población – recursos por la escasez de tierras cultivables, se produjo un proceso insostenible de roturación y deforestación. Purujosa es claro ejemplo de este mecanismo.
 
Sin embargo, la despoblación ha conllevado que poco a poco la naturaleza vaya recuperando lo que un día le fue arrebatado. En las viejas olmas derruidas languidecen cuatro almendros y crecen tímidas encinas. Además, la conciencia conservacionista ha hecho que aprendamos a apreciar el valor patrimonial de nuestro medio. El hombre ha decidido colaborar y ayudar a la naturaleza. De ahí la importancia que se le da en las aulas al día del árbol. Desde luego, yo guardo con profundo cariño las jornadas familiares en que plantábamos árboles en la fuente Genaro de la Sierra Vicort. Ahora, 10 años después, cuando regreso y observo al caminante detenido mirando los bonitos frutos rojos del acebo, recuerdo aquel día en que apenas siendo un retoño lo trasplanté de la botellita de plástico que lo vio nacer. En Purujosa también plantamos un acebo, un boj y un acerollo en torno a nuestra casa, pero siempre pienso que tengo que encontrar algún sitio en la sierra donde devolver a la madre tierra un poco de lo mucho que ella me ha dado. Si plantar un árbol es uno de los actos más bonitos que se pueden hacer en la vida, ¿Qué satisfacciones pueden acarrear plantar un bosque entero? Esta pregunta se debió plantear Jean Giono cuando escribió en 1953 el fantástico relato: El hombre que plantaba árboles. Estamos ante un cuento maravilloso, que se puede leer de una sentada de 10 minutos, lo que demuestra que el valor de un libro no está en el número de sus paginas sino en las emociones que transmiten sus palabras. En la obra se exaltan dos valores, el amor a la naturaleza y el altruismo, representados en la figura de Elzeard Bouffier, un simple pastor que un buen día decidió transformar su paisaje árido cotidiano en un fértil bosque, para lo cual dedicó toda su vida a plantar bellotas al tiempo que acompañaba a las ovejas. La historia está contada de tal manera que siembra la duda acerca de si el hecho y la existencia de este hombre, mitad eremita mitad profeta, existió; y evidentemente no seré yo quien desvele el misterio. Existen varias ediciones en español, siendo muy recomendable aquella que tiene prólogo de José Saramago y epílogo de Joaquín Araujo, ahí es nada. No obstante, también se puede leer en Internet, por ejemplo aquí. A raíz del libro, en 1987 se hizo una versión filmografía, un videometraje de animación de 30 minutos donde una voz en off lee el texto original de manera literal al tiempo que una serie de dibujos impresionistas ilustran el relato. Sin duda, la película no desmerece de su obra madre y ambas son perfectamente complementarias. No en vano, ganó un Oscar y estuvo nominada a mejor película en Cannes. Para muchas personas es el mejor cortometraje de todos los tiempos. Un buen pretexto para leer una obra inolvidable antes de salir al campo a plantar un árbol. Más información: http://forestman.espacioblog.com/post/2008/01/28/el-hombre-plantaba-arboleshttp://elultimonecio.blogspot.com/2008/04/el-hombre-que-plantaba-rboles.html