Acaba una Semana Santa que no olvidaremos. La cuarentena por el Coronavirus ha impedido cualquier celebración. Pero el Padre Francisco, desde su retiro voluntario en la ermita de Constantín de Purujosa se ha acordado de todos su feligreses que no han podido acompañarle en estas fechas tan señaladas. Reproducimos aquí sus palabras a modo de breve pero emotiva omilia virtual:
"Muy queridos amigos Purujosanos:
Feliz y 
gozosa Pascua de resurreccion, aunque sea en estas circunstancias tan 
duras. Estos dias el padrecito Francisco ha celebrado en soledad, junto a
 nuestra querida Virgencita de Constantin, todos
 los oficios de la Semana Santa. Como no deciros que os he echado de 
menos, aunque os he tenido mas que nunca presentes en mi corazon. Ese 
Monumento, ese lavatorio de pies, esos cantos aragoneses del via Crucis,
 esa procesion silenciosa de compasion,junto
 a la Virgen, llevandole a su Hijo, nuestro Amado Jesús entregado hasta 
la muerte y esa Vigilia Pascual que nos 
llena de santa Alegria y Esperanza. (¡Por no hablar del chocolate y las 
jotas! Que por cierto anoche
 me tomé a vuestra salud, aunque sin jotas claro). 
El padrecito esta contento pero sufre y reza por 
todos. Pedimos al Señor nos libere, al mundo entero, de este mal ¡De 
todo mal! Que nos ayude a ser mejores y mas felices amando sobre 
todas las cosas (cuantas cosas que a la hora de la
 verdad no sirven para nada), y AMANDONOS MAS ENTRE NOSOTROS COMO ÉL 
NOS AMA.
¿Acaso puede haber otra felicidad que la del Amor? ¡Tenemos un 
corazon para amar! Siempre podemos amar, en el Amor no hay distancias, 
el Amor vence todo, incluso a la muerte, esa
 es la gran noticia en medio de la lucha: ¡El que ama vive y transmite 
vida! No nos mejorará del dichoso coronavirus (aunque puede ser una 
oportunidad para sacar lo mejor de nosotros), solo nos hara mejores y 
felices el Amor ¡Y nosotros hemos conocido el Amor!
 Dios es Amor, Jesus Resucitado llena nuestros corazones del Amor de 
Dios.
¡Feliz Pascua! Nada de desalientos y tristezas. Paciencia y 
alegria, con la fuerza que da el Amor, que nos da Jesús. 
Siempre está encendida la lampara a los pies de nuestra 
Virgen de Constantin. Ella es causa de nuestra Alegria. Que su sonrisa 
materna inunde vuestros corazones, vuestros hogares. 
¡Os quiero y os 
llevo en mi oracion!
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