Recientemente se ha editado el nº XXII de la Revista Turiaso del Centro de Estudios Turiasonenses, correspondiente al bienio 2014-2015. En la misma podemos encontrar un trabajo realizado por el Equipo de Investigación de "Primeros pobladores del Valle del Ebro" en colaboración con el Centro de Espeleología de Aragón.
En este estudio (pp. 283-293) se analiza el hallazgo de una gran vasija en la cueva de las Palomas, abierta en la pared meridional de la Muela de Beratón. En primer lugar se destaca la sorprendente ubicación del hallazgo en una estrecha galería colgada 12 metros sobre el suelo, inaccesible sino es por medio de técnicas de escalada, lo que indica que no era un lugar de habitabilidad y hace pensar que la vasija se encontraba in situ.
Su decoración de cordones paralelos dibujando "chevrons" geométricos con incisiones a espátula es propia del Bronce medio (1.500-1.200 a.C), relacionándose con yacimientos cercanos como Cueva Hermosa, Cueva Honda y Cueva Bolinchera en Calcena y con otros más alejados del entorno del sistema Ibérico y valle del Ebro como la Cueva del Gato en Épila, . Sin embargo, en este caso destaca sus enormes dimensiones (74 cm. de altura, un peso estimado de 15 Kg y una capacidad superior a 80 litros). Los especialistas llegan a determinar mediante restos de carbón que en su cocción se utlizaron quecus semicaducifolias (¿quejigos o rebollos?).
Sin duda, un hallazgo peculiar dada su enriscada ubicación que nos hace preguntarnos ¿Por qué depositaron la vasija en un lugar tan inaccesible? ¿Qué contenía?. El artículo se podrá consultar en PDF en la web del Centro de Estudios una vez publiquen el siguiente nº el año próximo. El enlace es este: