Vivencias y pensamientos sobre la ruralidad y la vida en el campo desde Purujosa pueblo casi deshabitado a la sombra del Moncayo.

miércoles, 30 de septiembre de 2020

Rescaste de un senderista en Purujosa

 La guardia civil rescata a un senderista accidentado en Purujosa. Ese era el titular de la noticia de Heraldo de Aragón  donde se detallaba que "la victima se lesionó el tobillo cerca del refugio de Cerrogordo y fue trasladado en helicoptero hasta Tarazona y posteriormente al hospital Reina Sofia de Tudela".

El hecho de que el accidente se produjera un martes es señal del atractivo turístico de la cara oculta del Moncayo que atrae visitantes hasta entresemana aunque sean de cerca, dado que el accidentado era un varón de 44 años de la cercana localidad soriana de Ólvega.

sábado, 26 de septiembre de 2020

El relajante sonido del agua en Valcongosto (vídeo)

Los que tenemos bebés en casa conocemos la expresión "sonidos blancos", esos sonidos que logran relajar al recien nacido y que van desde una aspiradora al sonido de una casacada de agua. La clave está en que sea constante y repititivo.

Lo cierto es que hace siglos que el ser humano conoce las propiedades calmantes del sonido del liquido elemento, sino, pensemos en la jardinería hispanomusulmana, inseparable del sonido del agua como podemos apreciar todavía en el Generalife de Granada.

Hace un tiempo, nuestro amigo montañero de Borja, José Mari Aguilera, subió a la redes sociales un bonito y sencillo vídeo de un minuto de duración donde lo único que aparece es el fluir del agua de Valcongosto. Me encantó y pedí su permiso para hacer uso de él en el blog. Ahora, podemos viajar hasta ese cañón calizo del Parque Natural de Moncayo con un solo click.


domingo, 20 de septiembre de 2020

Escalada en Barrevinosos: ¿Protección natural o desprotección humana?

Hace unas semanas, con motivo de la interesante entrada de Roberto, gestor de la compañía de deportes de aventura moncaina "Guías Cara Oculta", titulada Purujosa y sus secretos (que os invito a leer) surgió un interesante debate.

Según podemos leer en la entrada de Roberto: "a lo lejos divisamos en lo alto, frente a nosotros, un muro de ensueño (...) lo bautizamos como "la ola" aunque su nombre real, o mejor dicho, la de la formación rocosa donde se encuentra esta maravilla de caliza desplomada es la Muela de Barrevinosos (...) comentamos que sería un posible sector a equipar en el futuro y que seguro atraería la atención de los mejores escaladores a nivel mundial: roca de calidad, grandes desplomes, itinerarios largos, cómodo acceso y buen pie de vía ¿fantasía o realidad? Esperemos que pronto realidad" .

http://costraypus.blogspot.com/

En el grupo de whatsapp "Purujosa resiste" de los vecinos del pueblo, Pedro señaló acertadamente que según el Plan Rector del Moncayo, la escalada en el Parque Natural está prohibida con excepción de dos zonas: El Cucharón (en la cara norte) y el barranco la Virgen (en la cara sur), en concreto, tal como dice la normativa: "De la confluencia con el Barranco de Cuartún hasta su desembocadura en el Isuela". 

Entonces, hice un ejercicio de geografía comparada para demostrar la situación de injusticia a la hora de fomentar los deportes de montaña que tenemos los pueblos del Parque Natural del Moncayo. Cito mi argumentación: "Es evidente que existe un agravio comparativo en nuestra zona. Ordesa tiene una categoría de protección muy superior (Parque Nacional y Reserva de la Biosfera) y sin embargo tiene infinidad de zonas de escalada (desde el Tozal del Mallo a la pared del Gallinero, por ejemplo). En el Parque Nacional de Ordesa existen cuevas turísticas (Oso cavernario de Tella, por ejemplo) mientras que aquí en teoría está prohibido el acceso a las cavidades. 

Desde el Parque nunca han querido compatibilizar los usos de parque (protección y ocio) porque no ven que los humanos (homo sapiens moncayensis) son la especie en mayor peligro de extinción del Parque Natural. No solo les da igual sino que prefieren que los pueblos se despueblen. A los hechos (prohibicionistas) me remito. 

Por otro lado, los propios pueblos de parque tampoco han sabido reivindicar sus derechos de uso porque en muchos casos son ellos mismos los que no entienden el turismo o los deportes de aventura como una tabla de salvación de sus localidades sino como un peligro de competencia foránea para sus intereses."


Creo que entre prohibir todo y permitir todo existen posturas intermedias. A diferencia de Roberto, no estoy a favor de abrir las cadenas del Parque Natural para facilitar un "cómodo acceso (...) a cualquier vehículo" (aunque recordemos que al cañón de Ordesa entra un autobús cada media hora que genera 600.000 visitantes cada año). Si hay que portear, se portea. Si hay que pedir permisos, se piden. No estoy a favor de esa masificación que ha llevado a Ordesa a morir de éxito. Lo entiendo. Pero es factible compatibilizar la conservación de la fauna y el uso de los recursos, siempre que haya una regulación y control de accesos.

Por ello, si hay escaladores que quieren escalar una pared tan lisa y extraplomada que no tiene anidamientos, si esos escaladores iban a generar recursos económicos en el territorio, si esa generación de riqueza iba a mejorar la percepción social del Parque Natural por parte de sus pueblos ¿Por que no se reunen las partes interesadas y llegan a acuerdos? Porque es más fácil prohibir. Muerto el perro, acabada la rabia. Pero el perro son los pueblos y sin pueblos no hay ni colmenas, ni huertas, ni prados, ni dehesas. Sin sus pueblos, no hay Moncayo. Que tomen nota en los despachos. 

martes, 15 de septiembre de 2020

árboles con nombre propio

El deserto avanza y la deforestación no se frena. El cambio climático está aquí. Siempre ha estado. En Purujosa lo sábemos bien pues los arqueólogos han encontrado especies fósiles adaptadas a otras condiciones climáticas. El frío o la aridez vienen y van, es un ciclo, que ahora esta siendo alterado por el hombre.

Cuando bajo las Peñas de Herrera o en las laderas que descienden de la Muela Beratón, encontramos ejemplares de tejos aislados, nos hablan de ese rico y diverso bosque que hubo ahí. Los árboles por su larga longevidad son testigos de las condiciones que había en el momento en que nacieron, que pueden ser muy diferentes a las condiciones del presente. Es el caso de dos árboles en medio del desierto y cuya historia descubrí buceando en el facebook del naturalista Eduardo Viñuales.
Árbol Ténéré (1961)

El primero era conocido como "el arbol de Ténéré" y tenía el honor de ser el árbol más solitario del planeta, situado en Níger, en el corazón del desierto del Sahara. No había ningun otro árbol a ¡¡400 Km a la redonda!!! En los años 30 del siglo XX se cavó un pozo en sus próximidades descubriendo que sus raíces alcanzaban un nivel freático a 36 metros de profundidad. Casi nada. Esta acacia actuó de faro para caravanas de Tuaregs hasta que en 1973 fue derribado por un camión, siendo sustituido por una escultura metálica. Triste final para un ser tan extraordinario.

Un caso similar sería el "árbol de la vida" un giantesco árbol ubicado en medio del desierto de Bahreim. Según la tradición local, se encuentra en el lugar donde estuvo "el jardín del Edén", aunque en realidad parece que su edad es de 400 años. 

A otra escala, la chopa del Tío Román en Purujosa es testimonio de aquella época ya olvidada donde las ramas de los chopos cabeceros servían para la construcción de los tejados o el Roble de la Cruz de los Ladrones en Beratón nos habla de acontecimientos de nuesto valle ocurridos siglos atrás. Árboles con nombre propio, porque cuando nacimos ya estaban aquí y cuando nosotros no estemos seguirán dando sombra a quienes se detengan a contar su historia.

lunes, 7 de septiembre de 2020

Centro de interpretación del Moncayo de Cueva de Ágreda.

 A veces viajamos lejos para conocer lo exótico mientras desconocemos lo más cercano. Algo así nos pasaba con el centro de interpretación del Moncayo situado en Cueva de Ágreda. Habíamos estado muchas veces en el del Parque Natural situado en Calcena. Habíamos visitado numerosos monumentos de nuestra comarca del Aranda. Habíamos cruzado el Moncayo para visitar Tarazona o Veruela. También habíamos visitado la maravillosa villa de Ágreda, cuya puerta emiral en arco de herradura sobre las huertas andalusíes me tiene enamorado.


Pero aunque muchas veces pasábamos por Cueva de Ágreda para ir a comprar a Ólvega, nunca habíamos visitado su centro de interpretación que aunque ya lleva bastantes años abierto, ha sufrido problemas estructurales y de marca comercial, aparte de unos diseños exteriores( mármoles primero, enfoscado después), que hablando en planta le quedan al entorno rural "como a un santo dos pistolas". Habíamos almorzado en el Prado de la Dehesa, habíamos recolectado bellotas de sus rebollos, habíamos subido al Moncayo desde Cueva tanto en invierno como en Verano, pero nos faltaba visitar su museo, dedicado al Moncayo en general y a los murciélagos en particular.


En primer lugar diré que me alegré enormemente al ver grupos de turistas por el pueblo y visitando el propio museo. Lo primero que me llamó la atención fue el merchandansing con camisetas, pañuelos, pegatinas, etc. de la localidad. Señas de identidad, orgullo rural. Luego la planta baja con la maqueta del Moncayo (de menor calidad que la situada en el centro de interpretación de Calcena) y numerosos carteles muy interesantes sobre los pueblos del entorno. Tal vez se eche en falta algo más dinámico, interactivo, para los más pequeños, al estilo precisamente de los elementos museísticos de los centros de interpretación de la Red Natural de Aragón.

En cambio, amablemente la guía nos acompañó a la segunda planta donde hay dos documentales muy interesantes, con una bonita recreación de la Cueva que da nombre a la localidad y una explicación del trabajo de campo de los naturalistas. Concluye la visita en la terraza mirador. En esta planta final también hay una explicación sobre los accidentes de aviación del Moncayo (según la guía, el libro sobre el tema que tenemos en nuestra librería moncaina de Purujosa está muy solicitado y descatalogado) y una biblioteca para los vecinos del pueblo, una brillante iniciativa que posibilita el uso del espacio tanto para los turistas como para su aprovechamiento cotidiano por parte de los habitantes del pueblo. 

Si duda, un complemento turístico y de información moncaina, que tristemente, como era mi caso, muchos moncainos aún desconocen. Os invito a visitarlo porque merece la pena. Otro día, recorreremos esos carteles que señalan a "las simas", como podéis ver en las fotos y que nos indican que Cueva quiere potenciar el turismo más allá de la clásica excursión a la cima del Monte Cano.  

miércoles, 2 de septiembre de 2020

El autobús del Isuela en los años 70

Hace un tiempo, en el grupo de whatsapp del pueblo, Fina nos compartió un bonito recuerdo, unas fotografías históricas del autobús que recorría los pueblos del valle del Isuela en los años 70, tal como podemos leer en la propia fotografía.

Tal como recordó Lucio, tan solo los lunes y viernes el autobús remontaba todo el valle hasta Purujosa, el resto de días el trayecto finalizaba en Calcena. Además, se acordaron de como los chicos se subían en la baca de autobús.

Tradición oral que sigue viva, ahora a través del móvil.