Ayer la jornada electoral en Purujosa discurrió sin
incidentes. A nivel municipal felicitamos a Mariano que repite como alcalde una
nueva legislatura. Desde aquí le deseamos suerte en el desempeño de sus
funciones para el bien del pueblo.
A nivel municipal destacar el descenso de la participación
respecto al 2007: 24 votos contabilizados frente a 37, lo cual nos hace
reflexionar sobre la inexorable despoblación que sufre la localidad. Cada vez
son menos los empadronados y menos también los empadronados que participan
activamente en la vida política de la localidad. Purujosa es uno de los pocos
municipios donde existe un modelo asambleario, aproximado a la democracia
directa, donde todo vecino puede participar, al ser localidad menor a 100
habitantes. Pero para que dicho sistema resulte eficaz es necesaria la
implicación popular. En caso contrario, resulta más eficiente para la
gobernabilidad de la localidad el sistema de concejales. No solo son las
elecciones: Cada vez resulta más complicado reunir cuórum para las asambleas. Un hecho que habrá que tener en cuenta para el
futuro.
Y como este es un foro personal, en ocasiones me permito la
licencia de volcar mi propia opinión y la noche de ayer bien merece una
reflexión: El cambio político comienza en España. He sentido una enorme alegría
por el triunfo de las candidaturas de Unidad Popular en grandes ciudades de
España como Madrid, Barcelona y Zaragoza, núcleos que siempre han estado a la
vanguardia de los cambios históricos en el país. El caso de Barcelona es
significativo: La activista que luchaba junto a los desfavorecidos, aquella que
la policía desalojaba cuando hacía resistencia pasiva para intentar evitar el
desahucio de familias que se iban a la calle, ahora será la alcaldesa. Las
transformaciones tardan en llegar más al conservador mundo rural pero china
chano el bipartidismo también pierde fuelle.
Sin embargo, estos resultados no se pueden analizar solo en
clave territorial. El componente generacional es clave. La juventud ha hablado.
Pertenezco a una generación perdida. Un día como hoy me acuerdo de mis amigos
emigrados. Jorge y Javi en Francia, Juanjo y Carlos en Inglaterra, Jiménez en Alemania, Dani en Italia. Y pienso
en todos los que nos hemos quedado aquí a malvivir: En paro o con salarios más bajos,
contratos más cortos y coste de la vida cada vez más caro. Habitando casas que
no podemos pagar hasta cumplir 120 años, con una luz, teléfono y gasolina donde
se nos va el salario. Por primera vez en muchas décadas, vamos a vivir peor que
nuestros padres. Hierve la sangre cuando das una vuelta en el barrio y ves tres
o cuatro personas pidiendo en las puertas de los comercios o buscando comida en
la basura mientras lees en la prensa como unos señores que presumen de patriotas
tienen sus cuentas en Suiza o les aparece un Jaguar en el garaje. España, el
país de la gente sin casa y las casas sin gente. Donde los grandes partidos
están al servicio del Ibex-35 ensuciando la palabra democracia.
Soy historiador y la Historia nos enseña lecciones. Lo vimos
en el 36 y lo comprobamos en el Chile de Salvador Allende, la ley electoral
favorece las mayorías. Allí donde ha habido confluencia de fuerzas
progresistas, los resultados han sido mejores que donde se divide el voto entre
opciones afines. Ya lo dijo el gran Julio Anguita: Programa, programa y
programa. Esperemos que tomemos nota porque para luchar por un país donde
exista justicia e igualdad, tenemos que marchar juntos. Otro mundo es posible
pero queda muy lejos el utópico día que
soñara Labordeta donde en esta tierra ponga Libertad. De momento solo hemos
acabado una vez más en la historia con el Absolutismo, pero el fin de las
mayorías absolutas puede ser el renacer de nuevo de la democracia con
mayúscula, con el gobierno del pueblo en las instituciones y con el pueblo
tomando las calles, en defensa de la educación y la sanidad pública,
denunciando la corrupción, cogiendo las riendas de su destino como sociedad.
¡Si se puede!