Vivencias y pensamientos sobre la ruralidad y la vida en el campo desde Purujosa pueblo casi deshabitado a la sombra del Moncayo.

lunes, 27 de febrero de 2012

Valcongosto - Plana valdeascones - Peñarroya.

De nuevo a la sombra del Moncayo. Otra vez me encamino a las entrañas de la montaña, me adentro en sus profundos barrancos para enseñarles Valcongosto a dos amigos.

El sábado a mitad mañana, sin prisas, quedé con Fernando de casa herrería de Oseja para hacer la circular Valcongosto – Cuartún. Al llegar a los estrechos nos encontramos con una sorpresa: el cauce estaba completamente helado. Un espectáculo precioso; más teniendo en cuenta que disfrutamos de un día radiante de 18ºC. Sin embargo, las altas paredes de este desfiladero impiden que llegue el sol hasta su fondo, preservando el frío de semanas pasadas.

A la vuelta realizamos dos visitas obligatorias. Entramos en la ermita-eremitorio de la Virgen de Constantín y conversamos con su ermitaño, el Padre Francisco. Después, fuimos a refrescarnos al albergue donde tres montañeros llegados desde Andalucía preparaban la ascensión al Moncayo. La noche nos encontró en el bar de Calcena, riendo, jugando a las cartas, agradeciendo a Fernando las felicitaciones que amablemente me brinda por el blog, y sobre todo; preparando una nueva excursión.

El domingo a las 8:30 Antonio de Calcena ya me estaba esperando en la entrada de Valcongosto. Otra vez progresamos por el helado cañón pero a diferencia del día anterior no nos desviamos a Hoya Barrán, remontamos todo el barranco hasta Cueva Liendres.

Tras la corta visita espeleológica ascendimos al collado de las Estacas donde el viento nos zarandeaba. Unos excursionistas se protegían entre los pinos. Sin demora giramos en dirección a las Peñas de Herrera donde veíamos a otros montañeros en su cima. Al llegar al limite con el término municipal de Calcena nos encaminamos fuera de senda hacia el visible collado de la Casa donde almorzamos protegidos del viento. Después, se abrió ante nosotros la inmensidad de la Plana de Valdeascones.

Resulta difícil imaginar esta dura muela caliza poblada de arboles pero algunos solitarios quejigos nos recuerdan el poder colonizador de la naturaleza. Oteaba con los prismáticos buscando indicios de las cabras montesas pero tan solo vimos corzos y perdices. De vez en cuando observábamos altos mojones de piedra que señalan el límite entre los pueblos de Calcena y Purujosa, hasta que llegamos al vértice geodésico Pico del Raso (1.363 msnm.) Una vez allí descendimos por la muela de Peñarroya, teniendo impresionantes vistas sobre el enriscado caserío de Purujosa.

Sin embargo, no contábamos con las inexpugnables paredes que defienden esta muela. Ensimismados con el paisaje y avanzando campo a través, nos enriscamos en dos ocasiones intentando encontrar un paso que nos depositara en el fondo del valle.


Finalmente, retrocedimos sobre nuestros pasos hasta que encontramos el único punto franqueable de la muela, una pedrera que nos depositó en el fondo del barranco de los Rincones. Habíamos perdido cerca de una hora, habíamos estado algo preocupados, pero habíamos disfrutado de una maravillosa experiencia exploradora sobre los abismos de las muelas de Purujosa. Enlace
Más fotografías en el álbum de Facebook: Valcongosto - Plana Valdeascones (26/02/2012)

viernes, 17 de febrero de 2012

Becquer, Purujosa y el Moncayo. Efeméride

Hoy es un día muy especial. Un día significativo para la literatura universal y para el universo particular del Moncayo. Hoy hace 176 años que nació el máximo exponente del romanticismo hispano: Gustavo Adolfo Becquer. Como bien es sabido, el autor de Rimas y Leyendas, pasó largas temporadas en las faldas del Moncayo, en una celda del monasterio de Veruela. En uno de sus viajes al cenobio, desde Tarazona, se hizo acompañar por “unos hombres que habían venido a vender carbón de Purujosa”. Así nos los relata el poeta en su Carta Primera.


Para conmemorar esta efeméride comparto un bello dibujo de mi admirado Teodoro Pérez Bordetas. Un perfil del escritor, sobre un fondo idealizado del caserío de Purujosa y un texto precioso que sirve de epílogo a este recordatorio: “de estos pequeños lugares, unos están en las puntas de las rocas colgados como el nido de un águila…” Puede que el nombre de este blog deba mucho a Becquer y su vínculo con el Moncayo y Purujosa. Descanse en paz, maestro.

lunes, 13 de febrero de 2012

Pilares votivos y el Pilón de la Virgen de la Leche

El año pasado el Centro de Estudios Borjanos, continuando la ingente labor que realiza por la divulgación del patrimonio histórico de su área de acción, editó un interesante libro dedicado a los pilares votivos, los peirones. Los peirones son el ejemplo de patrimonio artístico religioso más próximo a la cultura popular. Construcciones sencillas con unas raíces arcaizantes precristianas y unas tradiciones también muy peculiares.

El origen de los mismos es incierto. La raíz etimológica de la palabra peirón, que nos remite a piedra (pedrón – petrone – petra), nos señala su fin imperecedero, el objeto de perdurar en el tiempo, constituyendo para la comunidad que lo erige una obra importante. Parece existir una vinculación con la deidad romana de Mercurio, protector de los caminos. Es probable que los peirones constituyan una sacralización de estos precedentes paganos pero no existe ningún peirón documentado con tal antigüedad, siendo los testimonios más antiguos del siglo XVI. En cuanto a su funcionalidad, tendría una doble vertiente. Por un lado, constituiría un marcador espacial, un mecanismo de delimitación entre el espacio humanizado de la comunidad y el espacio exterior, salvaje, deshumanizado. Tampoco es baladí su ubicación en vías de comunicación, en caminos, cual faros para el caminante. Junto a esta función espacial, su carácter devocional es trascendental. Los peirones sacralizan un lugar y otorgan protección a los que a él se aproximan mediante la advocación del mismo.

En Purujosa se conserva un peirón: El Pilón de la Virgen de la Leche, y en la citada obra de Manuel Gracia Rivas y Pedro Domínguez, se recoge un amplio estudio del mismo junto a referencias de los otros dos pilares desaparecidos de la localidad; el Pilón de las Ánimas (que estaba junto a la carretera, en el camino a Beratón) y el Pilón de San Ramón (junto al albergue que hoy lleva su nombre).

A lo largo de 10 páginas (105 a 114) se recoge una plano con la ubicación de los tres pilares, una planta y alzado del Pilón de la Virgen antes de su restauración, así como varias fotografías del pilón antes y después de dicha remodelación, la cual se produjo en abril de 2010 como ya describimos en el blog (ver aquí).

Además incluye una interesante explicación del Pilón de la Virgen de la Leche, citando como es el único testimonio en la región del recurrente tema de “virgen lactante”, en la que aparece el niño mamando. Un culto que sobrevivió a pesar de la Contrarreforma. También recoge la tradición asociada al mismo de poner una vela los quintos que iban al servicio militar, así como los cultos relacionados con el Pilón de San Ramón, tanto la procesión para honrar su festividad como la protección de los animales efectuada en el mismo el día de San Antón.

Existe alguna pequeña errata como la mención de piedras cuarcitas, cuando el pilar está compuesto de piedras areniscas rojas y calizas grises, pero quitando estas salvedades es motivo de alegría que este pilón de la Cara Oculta del Moncayo quede recogido en una obra de divulgación científica.

lunes, 6 de febrero de 2012

Entrada siberiana en la Cara Oculta del Moncayo

Acabamos de dejar atrás una entrada siberiana, una ola de frío de una intensidad extraordinaria. De hecho, es la primera vez que veo el río Isuela congelado. Este frío helador nos privó de hacer ninguna excursión aunque vimos a un valiente preparando la mochila en la entrada del Barranco de la Virgen. Yo me conformé con bajar hasta los huertos de Jesús y Tomás para fotografiar la fuente de los Rincones y el cauce helados. Eso si, previamente subimos a casa para encender el hogar y los radiadores. Aun así, dos horas después el salón seguía por debajo de 5ºC.


Ante tales condiciones agradecimos la invitación de Mariano: Había preparado unas migas y una oveja que degustamos en el albergue junto a Vicente, Nancy, Isidoro, Carlos y mi padre. Fuera se oía aullar el viento. De vez en cuando venía la ventisca y veíamos una cortina de finos copos cruzar la calle de manera horizontal. Aun así, Kike subió desde Calcena y se unió a la sobremesa. Isidoro comentaba que la máxima el día anterior en Beratón había sido de -7ºC y recordaba viejas historias de gente que había muerto congelada en el monte.

Los ventuscazos se sucedían de manera intermitente y esporádica. Cuando llegó la noche una fina capa de nieve cubría las calles. Decidimos bajar el coche al río en previsión de futuros patinazos por las umbrías calles. Mientras subíamos caminando hacia casa vimos un ratón en medio de la calle y de repente, una sombra se abalanzó sobre él. El gato pardo había cazado una presa.

El domingo amaneció con una fuerte nevada. Empezó a las 8:30 y una hora después ya sumaba varios centímetros. Fuimos al albergue para conectarnos a Internet y ver la previsión, el radar, etc. También dimos aviso a Protección civil para que subiera la quitanieves.


Por fortuna el temporal amainó e incluso salió el Sol. Aprovechamos para recorrer las calles del pueblo fotografiando bonitos rincones nevados. Aunque la quitanieves todavía no había subido, el buen estado de la nieve polvo y la temperatura positiva, nos permitió descender por la blanca carretera sin necesidad de poner las cadenas.


Como dato curioso, el gradiente térmico y nivopluvial a lo largo del valle era muy acusado. A las 13:00 del domingo en Beratón (1.390 msnm.) estaban a -2ºC. En Purujosa (980 msnm.) +4ºC, en Calcena (830 msnm.) +7ºC; y en Trasobares (650 msnm.)+9ºC. Una diferencia de 11ºC desde la cabecera a la parte media del valle. En Calcena la nevada era mucho menor y antes de llegar a Trasobares ni rastro de la nevada. Apenas había charcos. El efecto orográfico del Moncayo es patente.

Más fotografías en: álbum Entrada Siberiana (4-5 febrero 2012)