Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad (Confuncio)
Las fuentes de la inspiración son misteriosas, nadie sabe en que momento las musas van a honrarle con su presencia. En el caso de esta reflexión, su origen se encuentra en el foro de la Asociación de los Amigos de la Villa de Calcena. Hace unos días, David, del club de senderismo de Horcajuelo de Ambel (como diría Rocio, tan cerca y lejos a la vez, con un Moncayo de por medio) planteó un interesante debate sobre la vinculación del Parque Natural del Moncayo con los pueblos que lo integran.
El paisaje natural del Moncayo, es un paisaje antropogenizado, no se entienden sin la acción del hombre ni los pinares de la cara norte, ni las planicies calizo - desérticas de la cara sur. Son las personas que han vivido en este territorio las que han transformado su medio, en ocasiones con resultados preciosos como las cárcavas areniscas de Valdeplata, que aunque preciosas no dejan de ser el resultado terrible de la erosión. En otras ocasiones (en la mayoría) los resultados no son ni estéticos ni sostenibles, pero la realidad es esta.
En los objetivos del Parque, como es natural, prima la conservación y restauración del Medio Ambiente. En caso contrario, estaríamos hablando de otra figura de protección, como Parque Cultural, etc. Ahora bien, ¿podemos proteger la naturaleza antropogenizada sin las personas? ¿Podemos salvar las praderas sin ganados? ¿Y los ganados sin ganaderos? A mi me duele tanto cuando se tala una encina centenaria como cuando se hunde un centenario peirón dentro del Parque. La ganadería económicamente es prácticamente inviable ¿Pero socialmente? ¿Ecológicamente? Son solo ejemplos.
En teoría el Parque Natural creó la figura de la "Gerencia" para dinamizar socioeconómicamente los pueblos. En la práctica, dicha figura no ha proporcionado tal revitalización puesto que está mediatizada por decisiones políticas. ¿Hace cuanto que el parque no invierte en Purujosa? En la partida presupuestaria de 2010 solo aparece recogida la reparación del panel de interpretación del paisaje. La única ayuda segura es la derivada de las Ha. del término municipal incluidas en el parque. A 2´81 € por Ha, hacen una inversión de 11.548 €. Sin embargo, hasta esta ayuda, que era la única segura, ya sufrió un importante recorte años atrás. A veces pienso que el dinero utilizado para mantener cargos técnicos y gestores, de claro matiz político, podría invertirse en mantener una cabaña ganadera o unas explotaciones de miel repartidas en el Parque. Probablemente, abejas y ovejas, hicieran más por el Moncayo que políticos y gestores.
Siempre he pensado que el Parque debería hacer más por dinamizar los pueblos puesto que el parque no se entiende sin los pueblos y los pueblos sin el parque. Es cierto que no estaríamos mejor sin el Parque, es cierto que hay inversiones, es cierto que hay brigadas del Parque que han generado puestos de trabajo, es cierto que se ha compatibilizado la conservación con las actividades económicas de la zona (En Purujosa los mayores ingresos provienen del coto de Caza y de la subasta de Pastos) pero pienso que aun se podría y se debería hacer más.
Ahora bien, una vez criticado el sector público, haré autocrítica: La mayoría de nuestros pueblos están en una fase de galopante despoblación con una reducidisima población activa, potencialmente emprendedora. ¿Sirve de algo la inversión pública sino va acompañada de iniciativas privadas? Yo creo que no. Es evidente que hay que exigir al Estado que siente las bases de dicha inversión, pero si esta no se produce, nada conseguiremos. Al Estado debemos exigir que no por ser menos nos trate peor, a nosotros mismos debemos exigirnos que no por estar peor nos sintamos menos.
A veces veo un pesimismo horrible en nuestros pueblos, un derrotismo anticipado, siempre mirando a Madrid, a la DGA o al Parque para que nos ayude. En esos momentos miro al ejemplo Turolense de Aguaviva (http://www.campoyvida.com/), que mediante la autogestión, mediante su propia iniciativa, ha conseguido salir adelante. En la Cara Oculta del Moncayo, la labor que realizan los Amigos de la Villa de Calcena es ejemplo de altruismo y de iniciativa encomiable en nuestro territorio. Nosotros, los pueblos del Moncayo, tenemos muchas potencialidades. ¿sabremos explotarlas?