Nuestro amigo Eduardo, seguidor de este blog y amante de esta cara oculta del Moncayo tiene un magnífico blog donde describe sus salidas montañeras. Tenía pendiente publicar en su bitácora virtual la excursión que realizó en septiembre de 2015, una dura prueba de 20 Km y 1.500 metros de desnivel postivo. Además, podemos afirmar que es una de las pocas descripciones que existen del tramo superior de Valcongosto, ese bello sendero que a duras penas nos esforzamos por mantener abierto dado su escaso tránsito. Esperemos que la reciente limpieza que realizó el Parque Natural y la descripción de Eduardo ayuden a más personas a conocerlo.
"Nunca llueve agusto de todos". Y es cierto. Tras el otoño tan seco era necesaria el agua y en ese sentido celebramos las lluvias de finales de noviembre. Pero el temporal chipió nuestra celebración. O mejor dicho, deberíamos decir que blanqueó nuestras jornadas: Amaneció el sábado lloviendo y no paró hasta la mañana del domingo. Pero lo que en el pueblo era agua, en el bosque era nieve.
Treinta litros acumulados que han hecho que dejemos atrás el estiaje. El barranco de Peña el Águila ha movido y el de Valcongosto no tardará en hacerlo tras este frente que viene a sumarse a lo acumulado la semana anterior.
Con estas condiciones hubo que suspender la sálida micológica recolectora. Cambiamos la cesta por el almuerzo preparado en el refugio de Cerrogordo. Y si allí nevaba, tenía que estar haciéndolo en Beratón. No pudo acudir el micólogo pero tampoco había setas que clasificar. Las únicas setas que vimos las degustamos en la cena del albergue. A mal tiempo buena cara y al menos las jornadas sirvieron para juntarnos los amigos y pasar unas buenas veladas. Además, cuando escampó, pudimos maravillarnos con un Moncayo que se había vestido con sus más blancas e inmaculadas prendas.
Y por soñar que no quede. Mientras veíamos caer los copos al calor de la lumbre de Cerrogordo, se oía a los más optimistas: "Quizá todavía salgan negrillas y pieazules". No lo descartemos. Quizá.
Ha costado pero han llegado las lluvias. De momento timidamente y de manera insuficiente, sin duda. Pero es un comienzo. Es el pistoletazo de salida para las lluvias que vendrán la semana que viene. Y de momento, ya ha sido suficiente para que se recojan las primeras setas. Pocas pero ilusionantes. Algunas setas de cardo en los prados. Veremos si da tiempo para que salgan rebollones de aquí a la semana que viene. ¡OS ESPERAMOS!
Cuando paseo por los montes del Jiloca veo allá en el horizonte al Moncayo, la montaña totémica. Tan lejos y tan cerca, faro del sistema ibérico. Y es que buena parte del "territorio celtiberia" se extiente por estas tierras turolenses que ahora son mi hogar. La laponía mediterránea. Tierra despoblada. De Soria a Zaragoza, de Guadalajara a Teruel, un mismo fantasma recorre estos barrancos: El abandono de sus pueblos. Pero entre el Maestrazgo y la serranía de Gudar existe una "aldea de irreductibles galos que resiste al invasor". No son ni Asterix, ni Obelix, ni se trata del imperio romano. Nos referimos al colectivo Sollavientos, que defiende el futuro para las Tierras Altas Turolenses.
Es de su blog de donde hemos extraido esta interesante reflexión que compartimos y queremos compartir con todos. Transcribimos:
Mucho se habla en estos últimos
tiempos, entendiendo como tal veinte años atrás, sobre las estadísticas
de ciertas zonas de España, la disminución de sus habitantes, la
limitación o desaparición de sus nacimientos, el elevado índice de
mortalidad, la creación de desiertos demográficos y cosas similares
sacadas del INE o de estudios numéricos sobre tasas de población. (...)
Lo peor es la despoblación de
ilusiones, cuando en los núcleos pequeños se pierde el sentido de para
qué mantener las cosas si nadie las va a disfrutar, sino vale la pena
seguir mejorando porque no hay futuro y para qué dedicar esfuerzos y
tiempo a un proyecto que tiene los días contados. Pasar los días con la
esperanza de que toque la lotería de un proyecto que cambie las cosas es
algo tan lejano e irreal como que el gordo caiga donde nadie ha
comprado boletos. Desde fuera se aportan ilusiones tan transitorias
que duran lo mismo que un espejismo.
Lo peor de la despoblación es la
dispersión, pero no sólo de las personas por un territorio, sino de las
ideas, de los anhelos, de los proyectos comunes. Las iniciativas quedan
tan lejanas unas de otras, que cuesta darles cohesión.
Lo peor es la despoblación de
talento, pues al reducirse el número de pobladores, la simple
estadística dice que el talento de los que quedan es menor, pero no
tanto me refiero a esto como a que la mayoría de los jóvenes con
capacidades salen a realizar sus estudios a la universidad y suele ser
un camino sin retorno; su cualificación y su vocación tiene que
realizarse en otros espacios o en todo caso con desplazamientos
esporádicos para realizar su tarea desde los núcleos urbanos más
próximos. La mayor pobreza de la despoblación es la pérdida de talento
en el mundo rural.
La peor es la despoblación del
localismo, del hacer creer, para mantener los núcleos o los territorios,
que no hay nada mejor y que todo lo que puede ser bueno se encuentra
allí. Una cosa es la identidad, el amor a la tierra y a las raíces y
otra muy distinta no querer o que no quieran que se vea mas allá de las
narices, no dejar mirar hacia afuera pensando que es renunciar a lo
propio.
Estas son las despoblaciones que
siente el nuevo poblador y que le hacen desistir en muchos casos de su
búsqueda de tranquilidad, de espacio abierto, de naturaleza. Todo ello
lo encontrará, sin duda, pero acompañado de estas rémoras ante las que
hay que estar acostumbrado o acostumbrarse.
Es posible un cambio de tendencia,
pero lo más importante no es acrecentar el número de pobladores en las
estadísticas, ni aumentar la natalidad, cosa por otra parte complicada,
sino vencer estas despoblaciones mentales y emocionales, que hacen
difícil el asentamiento.
Ya tenemos en nuestras manos el periódico comarcal y en el nº de noviembre aparecen varias noticias relacionadas con la Cara Oculta del Moncayo. En primer lugar, la iniciativa emprendedora de los miembros del Albergue de Calcena que han constituido la empresa social "senderos de teja" con el objetivo de dinamizar socioeconómicamente nuestro medio rural. Una muestra de su esfuerzo son las concentraciones de escaladoras, con enorme éxito de participación.
Sin abandonar Calcena, la contraportada del periódico está dedicada a una entrevista con su alcalde, Mariano Miguel, que reproducimos a continuación.
Por último, una noticia que afecta directamente a Purujosa, el resultado del concurso fotográfico del calendario comarcal para el 2017, donde han sido seleccionadas dos fotos de Purujosa, una de la jornada de la recreación histórica de la trilla y otra de la vista del caserío colgado sobre el barranco de la Virgen. Desde aquí felicitamos tanto a Florentín como a Antonio y también, por supuesto, a Andrés, maestro de fotógrafos, reportero local e intrepido explorador de la Cara Oculta del Moncayo.
"Viajamos a los pies del Moncayo para descubrir el inicio de nuestra historia". Así comienza el útlimo programa deAragón TV,En Ruta con la ciencia, espacio de divulgación científica aragonesa que visitó el yacimiento cámbrico de Purujosa de la mano del experto Samuel Zamora.
El programa comienza con unas bonitas tomas del caserio colgado de Purujosa, el cañón de las Peñas del Cabo y desde el puerto de la Crucija Samuel explica la vista panorámica de la cara oculta del Moncayo: A la derecha los farallones calizos jurásicos y a la izquierda las laderas cámbricas de la Sierra del Tablado donde se encuentra el yacimiento que van a visitar.
In situ, explica al reportero la importancia de este lugar tanto por la abundancia de fósiles como por su buen estado de conservación. Fósiles de hace 530 millones de años, el origen de la vida en los mares. Además, los investigadores han encontrado aquí el testimonio más antiguo de la estrategia defensiva de los trilobites y la primera evidencia mundial de equinodermos con simetría bilateral. Sin olvidar las novedosas técnicas utilizadas en este yacimiento como los modelos 3D a través del acelerador de particulas. En definitiva, como dice el presentador del programa: "Habéis conseguido poner a Purujosa en el panorama internacional de la paleontología". El programa se puede visualizar on-line en el siguiente enlace de Aragón TV: http://alacarta.aragontelevision.es/programas/en-ruta-con-la-ciencia/cap-32-11112016-0013
Estos días atrás cometábamos que este otoño estaba siendo verdaderamente inusual.
Por un lado, la ausencia de precipitaciones y elevadas temperaturas que ha hecho que éste sea un otoño sin hongos.
Un otoño de anticiclón que ha traido inversiones térmicas. Días de niebla en la ribera y sol en la montaña. Frío en los meandros del Ebro y calor a orillas del Isuela.
Y cómo los anticiclones traen estabilidad, este ha sido un otoño sin viento. Eolo, el enemigo del cromatismo otoñal no ha aparecido hasta hoy. Y es que sus soplidos son letales para las hojas inertes, carentes de clorofila ante la reducción de horas de sol, que se sostienen a duras penas de las ramas, esperando un ligero balanceo que las arroje a tierra donde tras su descomposición ayudarán a que el suelo gane fertilidad. En la naturaleza todo se aprovecha. La energia ni se crea ni se destruye, solo se transforma.
Pero las estaciones avanzan. El tiempo no se detiene. Las lluvias terminan llegando. El Cierzo vuelve a ser el señor de su morada. El Moncayo ruge, el viento agita los árboles. Las hojas caen. Las nieves canean su cumbre. La vegetación se viste con sus galas invernales. Días de viento, días de lluvia amarilla. Adios Guillomos narajanas, hasta pronto arces rojos, nos volveremos a ver chopos amarillentos.