Vivencias y pensamientos sobre la ruralidad y la vida en el campo desde Purujosa pueblo casi deshabitado a la sombra del Moncayo.

lunes, 7 de septiembre de 2020

Centro de interpretación del Moncayo de Cueva de Ágreda.

 A veces viajamos lejos para conocer lo exótico mientras desconocemos lo más cercano. Algo así nos pasaba con el centro de interpretación del Moncayo situado en Cueva de Ágreda. Habíamos estado muchas veces en el del Parque Natural situado en Calcena. Habíamos visitado numerosos monumentos de nuestra comarca del Aranda. Habíamos cruzado el Moncayo para visitar Tarazona o Veruela. También habíamos visitado la maravillosa villa de Ágreda, cuya puerta emiral en arco de herradura sobre las huertas andalusíes me tiene enamorado.


Pero aunque muchas veces pasábamos por Cueva de Ágreda para ir a comprar a Ólvega, nunca habíamos visitado su centro de interpretación que aunque ya lleva bastantes años abierto, ha sufrido problemas estructurales y de marca comercial, aparte de unos diseños exteriores( mármoles primero, enfoscado después), que hablando en planta le quedan al entorno rural "como a un santo dos pistolas". Habíamos almorzado en el Prado de la Dehesa, habíamos recolectado bellotas de sus rebollos, habíamos subido al Moncayo desde Cueva tanto en invierno como en Verano, pero nos faltaba visitar su museo, dedicado al Moncayo en general y a los murciélagos en particular.


En primer lugar diré que me alegré enormemente al ver grupos de turistas por el pueblo y visitando el propio museo. Lo primero que me llamó la atención fue el merchandansing con camisetas, pañuelos, pegatinas, etc. de la localidad. Señas de identidad, orgullo rural. Luego la planta baja con la maqueta del Moncayo (de menor calidad que la situada en el centro de interpretación de Calcena) y numerosos carteles muy interesantes sobre los pueblos del entorno. Tal vez se eche en falta algo más dinámico, interactivo, para los más pequeños, al estilo precisamente de los elementos museísticos de los centros de interpretación de la Red Natural de Aragón.

En cambio, amablemente la guía nos acompañó a la segunda planta donde hay dos documentales muy interesantes, con una bonita recreación de la Cueva que da nombre a la localidad y una explicación del trabajo de campo de los naturalistas. Concluye la visita en la terraza mirador. En esta planta final también hay una explicación sobre los accidentes de aviación del Moncayo (según la guía, el libro sobre el tema que tenemos en nuestra librería moncaina de Purujosa está muy solicitado y descatalogado) y una biblioteca para los vecinos del pueblo, una brillante iniciativa que posibilita el uso del espacio tanto para los turistas como para su aprovechamiento cotidiano por parte de los habitantes del pueblo. 

Si duda, un complemento turístico y de información moncaina, que tristemente, como era mi caso, muchos moncainos aún desconocen. Os invito a visitarlo porque merece la pena. Otro día, recorreremos esos carteles que señalan a "las simas", como podéis ver en las fotos y que nos indican que Cueva quiere potenciar el turismo más allá de la clásica excursión a la cima del Monte Cano.  

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