Vivencias y pensamientos sobre la ruralidad y la vida en el campo desde Purujosa pueblo casi deshabitado a la sombra del Moncayo.

lunes, 25 de septiembre de 2017

Celebración del ritual de profesión de votos de Vida Eremítica

El 14 de septiembre, justo cuando se cumplían 10 de la llegada del Padre Francisco a Purujosa, fue la fecha señalada para la celebración del ritual de profesión de votos de vida eremítica, o lo que es lo mismo, la definitiva consagración de Francisco a la soledad de la vida de ermitaño.

Una fiesta donde estuvieron presentes dos obispos (el de Tarazona y el de Córdoba, aquel que en su etapa turiasonense descubrió a Francisco esta Virgen de la Cueva), más de 20 párrocos y hasta 6 monjas venidas de Francia para acompañar a nuestro ermitaño en una jornada tan especial.


 El Padre Francisco renuncia a sus propiedades terrenales para llevar una vida contemplativa y espiritual en el recogimiento de su pequeña cueva, guardando a la Virgen de Constantín. Voto de desierto en estos desolados barrancos de la España vacía, de la Serranía Celtibérica.


Y aunque se retire a la soledad, siempre estará cercano a todos, especialmente a los vecinos de Purujosa, para los que siempre tendrá una sonrisa de bienvenida cuando visiten a su Virgen de Constantín. Por eso, Mariano, en representación de todo el pueblo, le entregó el diploma de "Hijo adoptivo de Purujosa".  

La diócesis de Tarazona publicó una bonita nota de prensa titulada Eremita para siempre donde se describía al Padre Francisco como esa "luz en la montaña", "ermitaño de verbo fácil y sonrisa permanente (...) la puerta de su cueva está siempre abierta para aportar una palabra de luz a un montañero, un amigo, un curioso... con esa humildad ha cautivado al pueblo"

¡Enhorabuena Francisco! 
¡Y Gracias por tu reconfortante compañía en la soledad!

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