(Luis en la primera marcha contra la mina de Borobia, Año 2007)
Luis Pérez ha vivido en el pueblo con su mujer Pilar hasta hace un par de años cuando problemas de salud aconsejaron que pasaran el invierno en la capital. Aun así, volvía como las golondrinas, cuando los días alargaban y el sol calentaba más. La historia de Luis es la de tantos purjosanos, carbonero de joven, tuvo que emigrar a la ciudad para sobrevivir y cuando se jubiló volvió al pueblo, siendo unos de los pioneros que retornaron impidiendo la definitiva despoblación del lugar. Durante algunos años fueron como cual náufragos en una isla, los últimos supervivientes a este lado del Moncayo. Luis y su perro Tarzán eran los primeros en dar la bienvenida a los que subían por la carretera. En la persona de Luis recayó la administración del bar, la tesorería del ayuntamiento, la atención del único teléfono público y el cargo de Juez de Paz. De la mano de Santiago, el anterior alcalde, formó un tándem con el que compartimos muchas horas y anécdotas. La historia reciente de Purujosa no se entiende sin estos dos amigos. A día de hoy, los dos nos han dejado y Purujosa es un poco más huérfana. Al menos, nos queda su recuerdo y la labor que hicieron.
SANTIAGO SANMARTIN JUNTO CON LUIS INTENTARON HACER TODO LO POSIBLE PARA MEJORAR EL PUEBLO ,POR ESTE MOTIVO LES RECORDARESMOS SIEMPRE CON MUCHO CARIÑO.
ResponderEliminarM.CARMEN