Vivencias y pensamientos sobre la ruralidad y la vida en el campo desde Purujosa pueblo casi deshabitado a la sombra del Moncayo.

viernes, 6 de mayo de 2011

Antonio “el de Calcena”, el Escartín del Isuela, marcha a la Titan Desert.

En esta Cara Oculta del Moncayo todos conocemos a Antonio Novoa. Es el joven que más sube a Calcena, el que ha llegado a vivir allí a temporadas. Cuando se quedó en paro no dudó en subirse a la sierra, a vivir aquí, trabajando como “chispas”, ayudando a Kike en sus instalaciones eléctricas por la comarca. Tampoco es raro verlo en Purujosa, es un fijo en las jornadas micológicas y frecuentemente entra al albergue a echarse una cerveza para relajar las piernas tras una dura ruta ciclista. Y es que Antonio va siempre unido a su bicicleta. Da igual que haya tormenta o que nieve, en cualquier curva de la carretera te puedes encontrar a Antonio entrenando en estos bellos paisajes moncainos.

La cierto es que el chico vale. Es un escalador nato, se ha subido la mayoría de los puertos del Pirineo (Marie Blanque, Aubisque, Tourmalet, etc.) y ha corrido las pruebas cicloturistas más exigentes de España: Quebrantahuesos (200 Km), El Soplao de Cantabria (165 Km.), La legión de Ronda (101 Km.) y como no, su querida Calcenada. Aunque el espíritu de la prueba es no competitivo él se la toma muy en serio, es su prueba, la de su pueblo, con la que colabora a lo largo de todo el año y por supuesto, intenta cada año mejorar su tiempo. Siempre acaba entre los primeros, siendo su mejor posición 3º. Tarde o temprano cruzará la meta el primero.

Hoy Antonio salía en la página 56 de Heraldo de Aragón. Junto a dos compañeros de su club ciclista Cruzados BTT se ha embarcado en su mayor aventura, correr una de las pruebas cicloturistas más duras del mundo, el Dakar de las bicis: La Titan Desert. 5 etapas por el desierto marroquí y una etapa final por Sierra Nevada con llegada a la Alhambra de Granada. Recorridos diarios de más de 100 Km. y desniveles positivos que alcanzan los 2.100 metros. Todo ello en un marco de incomparable belleza pero de tremenda dureza.

A él lo que más le pena es que no va a poder estar dentro de una semana en su querida Calcenada de primavera. Tranquilo Antonio, los del puesto de avituallamiento brindaremos por ti: ¡Que corra la bota en honor a Antonio!. Amigo, mucha suerte, pronto volverás a la sombra del Moncayo. Tienes que contarnos como es el desierto.

2 comentarios:

  1. Me he emocionado leyendo este bello relato, tan poetico y místico a la vez

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  2. Me alegro que te haya gustado. no obstante, el merito aquí lo tiene el protagonista, el Antoñico :D

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