Vivencias y pensamientos sobre la ruralidad y la vida en el campo desde Purujosa pueblo casi deshabitado a la sombra del Moncayo.

domingo, 22 de enero de 2012

Crónica del fin de semana: De la CHE, la Hoya el Pi y comunicaciones.

Ya he regresado tras mi primera incursión del año por la Cara Oculta del Moncayo. El viernes en el pueblo solo había 4 vecinos: José Luís, Nanci, el Padre Francisco y Mariano que estaba en el albergue enfadado con los requerimientos de la Confederación Hidrográfica del Ebro. Razón no le falta.

Aun no han arreglado los destrozos de la riada de marzo del año pasado, no han retirado los arboles cruzados sobre el cauce pero incrementan la cuota de vertidos que paga el municipio y cuestionan el funcionamiento de la fosa séptica de las aguas residuales. Estos tecnócratas de despacho, que no basan sus informes en trabajo de campo, obvian el hecho de que la población real de Purujosa no es de 50 vecinos. Tampoco han visitado la fosa séptica para comprobar que cada año se limpia a pesar de que nunca se llena completamente y no produce malos olores al exterior. Por si fuera poco, olvidan el hecho de que Purujosa tiene la mejor depuradora del mundo: la infiltración del cauce en el subsuelo de la tierra para reaparecer seis kilómetros aguas abajo. En la captación de agua de Calcena nunca se ha detectado (ni se hará) indicios de contaminación tanto por el filtro natural subterráneo como por los escasos residuos que produce una población casi deshabitada como Purujosa.

El sábado me fui a concluir la limpieza del sendero de la Hoya del Pi. Disfruté de la observación de unas perdices y un zorro pero sudé para levantar un puente que salve el río Isuela cuando baje agua.

Paré a retomar fuerzas en el albergue. Con el fin de semana llegaron otros amigos: mis vecinos del Puntal, Mari Carmen o Juan Francisco y su hijo que habían venido a trabajar con las colmenas. El debate giraba en torno a una de cal y otra de arena: En el plano positivo se comentaba que van a arreglar una nueva vivienda del caserío, la conocida como “casa azul”. En el plano negativo, Mari Carmen se quejaba de la previsible supresión de la línea del bus que une los pueblos de la comarca, lo cual le impedirá subir a Purujosa. Como ya ocurriera con la supresión del “añonero”, bus que comunicaba los pueblos del Huecha, ahora le llega el turno al Isuela. Nos quedamos aislados.

Así las cosas, deberemos aprovechar que todavía existen carreteras. Quedé con Antonio y nos fuimos de fiestas a Illueca, a celebrar San Babil como magnífico colofón a un fin de semana por la Cara Oculta del Moncayo.

2 comentarios:

  1. Enhorabuena por tu buen trabajo de recuperar caminos... es una lástima que se pierdan en el olvido... :(

    Nosotros, si podemos, también marcamos las sendas olvidadas con algún donjon... :)

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  2. ¡Muchas gracias Eva! Ya ves, la despoblación de los pueblos conlleva el olvido de los viejos caminos. A ver cuando subis por la Cara Oculta del Moncayo; os gustará. Tierra literaria, desde Becquer al Marqués de Santillana :D
    Un besico encanto.

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