Vivencias y pensamientos sobre la ruralidad y la vida en el campo desde Purujosa pueblo casi deshabitado a la sombra del Moncayo.

martes, 15 de mayo de 2012

Crónica Calcenada primavera 2012

La tormenta arreció. Los truenos distorsionaban el sonido de la radio. Un rayo iluminó las almenas del castillo de Mesones. Seguí carretera arriba, disfrutando del espectáculo que me ofrecía la naturaleza. Al llegar a Calcena no llovía. Paré un momento para concretar la hora de quedada del día siguiente y me subí directamente a Purujosa a descansar. 

A las 6 de la mañana sonó el despertador. De nuevo en Calcena, crucé el río Isuela, me puse el chaleco reflectante y a aparcar coches. Este año la labor fue más llevadera, había menos participantes y por ende menos vehículos. Eso sí, la tormenta del día anterior dejó una gran aguada en la hierba y terminamos con los bajos de los pantalones chorreando. Fui saludando a los primeros conocidos, Félix y Héctor de Tarazona, Toñín de La Almunia, los colegas de Palomo de Mallén, los del club Isuara de Illueca, etc. Cuando terminamos de aparcar subimos a la plaza a desayunar, el chocolate con bizcochos me sentó a gloria. Además estuvimos riéndonos con las cocineras, recordando el programa de la tele sobre el cierzo donde casi salgo volando.
A las 10 nos fuimos a Valdeplata. Este año estuvimos más gente en el avituallamiento (Dani, Aitor, Paulino, Julio, Lorena, Paola, Niki y yo). De nuevo tuve que preparar un puente sobre el pequeño caudal del barranco, lo cual no impidió que alguno capuzara. Otros se remojaban a conciencia. Hacía mucho calor. A pesar de la crema protectora, casi todos terminamos en mayor o menor medida quemados. Sentí envidia de un perro que se tiró largo en medio del barranco, retozando y disfrutando de la frescura del agua y de la sombra de los chopos.
Lamentablemente, este año la música nos falló, mi radiocasete se quedó sin pilas. Algún senderista que repetía en la prueba preguntaba “¿Cómo es que este año no suena Labordeta?”. Aun así, volvimos a ser el avituallamiento que no deja indiferente: tenía en mi coche una pancarta que había llevado en la manifestación del 12M el sábado en Zaragoza y decidimos colocarla. Así, muchas personas se hicieron fotografías junto al lema “banqueros ladrones, políticos corruptos” y cayeron de nuevo muchas risas. Aitor también colocó su bufanda de “Agapito vete ya” que también acaparó muchas miradas y flashes.

Una vez pasaron todos los senderistas, las compañeras de avituallamiento hicieron un concurso de “Miss camiseta mojada” sin pretenderlo, es decir, querían chipiarnos a nosotros y terminaron caladas ellas. Así, con una sonrisa en la cara, fuimos a comer a la carpa, donde estaban los amigos de Borja que recientemente habían subido a la cueva de los Pilares. Charramos un rato y terminamos la digestión en la Plaza del pueblo haciendo un rondo con la pelota que siempre llevo en el maletero. 

Como siempre, la Calcenada es una gran experiencia tanto para los participantes como para los voluntarios. Además, el paraje del avituallamiento que se nos asigna me encanta. Ya sabéis, para mi Valdeplata junto con Valcongosto, son las joyas de la Cara Oculta del Moncayo. 

P.D: Agradezco a José Marí Aguilera, de Borja, que me ha prestado la primera fotografía y a Félix Ramos, de Tarazona, que nos hizo la segunda fotografía que adjuntamos. Salud compañeros.

2 comentarios:

  1. Un gran día, gracias por compartirlo, disfruto mucho leyendo todo.
    La próxima vez no olvides llevar pilas de repuesto :)
    ¡Abrazos!

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  2. Y darme más crema protectora, que terminé con la nuca quemada jejeje. Gracias a ti por leerme. Un besico

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