Vivencias y pensamientos sobre la ruralidad y la vida en el campo desde Purujosa pueblo casi deshabitado a la sombra del Moncayo.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Crónica VI Quedada Sierra del Moncayo: Ágreda.


Tras desayunar en el albergue, nos subimos al coche oficial de Purujosa y emprendimos nuestro viaje valle arriba. La expedición de Purjosanos a la VI Quedada Senderista organizada por la Asociación Sierra del Moncayo la componíamos Vicente, Mariano, mi padre y yo. Era una excelente oportunidad de conocer la cercana pero desconocida Ágreda, la histórica “capital soriana” del Moncayo, barbacana de Castilla en la raya con Aragón. 

Al llegar a Beratón la niebla jugueteaba entre los últimos ventisqueros de las cunetas pero en la ciudad de las tres culturas lucía el sol. Compramos el pan para el almuerzo y nos congregamos junto al numeroso grupo de 95 andarines llegados de los 4 rincones del Moncayo. Saludamos a David y Pilar, Rocío y Manuel, a algún conocido de Calcena, amigos que hicimos en la Quedada de Purujosa-Valcongosto (ver AQUÍ) y también a Andrés de Tarazona, con el que compartimos buena parte de la caminata. 
 Partimos desde el Ayuntamiento renacentista, con impresionante arcada-galería de capiteles jónicos, pasamos junto a la antigua sinagoga judía y bajo el monumental arco de Felipe II entramos en la vieja morería, donde admiramos el Torreón de la Muela, testimonio del castillo-alcazaba y las dos puertas árabes de arco de herradura junto a algunos lienzos de las murallas de la villa. 

Posteriormente realizamos dos breves itinerarios senderistas: La ruta de los Molinos, bordeando los escarpes de la Muela junto al río Queiles y la subida junto a las huertas árabes hasta el mirador de la carretera Vozmediano. Nos guarecimos del frío aire que bajaba de las nevadas cumbres del Moncayo y Mariano sacó el almuerzo. Degustamos un exquisito queso junto a un buen vino que templaba el cuerpo, mientras Andrés nos comentaba los últimos descubrimientos en la catedral de Tarazona, otra de nuestras visitas pendientes. 

Retomamos el callejear urbano en el convento de la Concepción (S. XVII) donde se encuentran los restos de Sor María de Ágreda, monja mística consejera de Felipe IV a la que se le atribuyen distintos milagros como la incorrupción de su cuerpo. Tras un simulacro de encarcelamiento de Vicente, aprovechando la rejería del pórtico, llegamos a la Iglesia de San Miguel, con torre románica, junto a los restos casi hundidos de la alhóndiga, silo para el grano con lonja porticada. 

Pasamos después por una calle con algunos palacios góticos, donde destacaba la portada con arco conopial del convento de las Agustinas, y desembocamos en el torreón del Tirador, flanqueado por la puerta de Almazán, que cerraba el barrio de San Miguel y la puerta de Santiago, entrada al barrio de Nª Sª de la Peña.  Terminamos la jornada en el Palacio de los Castejones (S. XVII) de estilo renacentista herreriano, con portada clasicista de sobria monumentalidad, patio central y bellos jardines que invitan a la meditación.

Mientras regresábamos al valle del Isuela comentábamos nuestro personal descubrimiento: Muchas veces habíamos pasado por Ágreda, pero nunca nos habíamos parado a admirar los tesoros escondidos tras sus murallas. Además, si estos tesoros te los muestran guías conocedoras del lugar, comprendemos mucho mejor la historia que hay detrás de los mismos.  Una excelente excursión dominical, gracias a la iniciativa de David, Rocio, Pilar, etc. que están decididos a dar a conocer todos los encantos que posee el Moncayo en todas sus vertientes. 

Otra crónica de la excursión, con numerosas fotografías: AQUÍ 
 

1 comentario:

  1. gracias ramiro,,,por difundir lo mucho que tiene esta sierra del moncayo...
    nos veremos por el camino

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