En los últimos meses Purujosa ha aparecido en dos medios de comunicación escrita.
En el nº 375 de la revista Aragón, turístico y monumental, editada por el SIPA, se recogía la visita a la comarca del Aranda del Centro de Iniciativas turísticas de Aragón. De purujosa explican que "Hay algunas casas rehabilitadas, miradores y el albergue para senderistas, escaladores. El
caserío parece del Tibet, cuestas, casas colgantes, todo mirando hacia los
barrancos y preparado como posición defensiva” También dedican una columna al “Padre
Francisco. El ermitaño de Purujosa”. El texto comienza así “nos
adentramos en el Parque Natural del Moncayo (…)
llegamos a Purujosa (…) su breve caserío asciende sobre un roquedo como
si quisiera tomar el contacto con el cielo (…) Purujosa parece más que una
realidad, otra leyenda de las que circulan por este mítico territorio (…)Francisco,
el ermitaño, no quiere más tratamientos ni atributos, ha hecho de la humildad
su bandera."
Podéis leer el texto artículo en el siguiente PDF, en su página 89:
En segundo lugar, de manera sucinta aparecen varias referencias en el monográfico dedicado al Moncayo de la revista Grandes Espacios, en su nº 197, marzo de 2014. Hay que tener en cuenta que esta revista tiene una gran tirada (se distribuye en los centros Decathlon) y ya sabemos de algunos montañeros que han visitado la zona atraídos por la revista.
En el propio editorial de la revista podemos leer "No hay que dejar para mañana la parte del Moncayo que no se ve, esa que con socarroneía baturra llama la cara oculta del Moncayo. Id y decidme luego si mientras te acercas a Purujosa por el valle del Isuela, uno no se siente en medio de un barranco del Atlas". En el interior, encontramos la clásica fotografía del caserío colgado sobre el valle. Aparecen artículos interesantes, uno dedicado a la Calcenada, otro sobre las distintas vías de ascenso a la cumbre,otro sobre la ferrata de Calcena, etc. En todo caso, se puede achacar que tan solo aparece una actividad deportiva en el entorno de Purujosa: una ruta ciclista por el pinar.
Sin duda, una buena noticia la aparición de esta comarca tan deprimida en ambas revistas y las bellas descripciones que dedican a nuestro caserío, comparándolo a rincones del Tibet o del Atlas. Distintas montañas pero misma dureza del medio que condicionó la vida de sus habitantes.
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