Vivencias y pensamientos sobre la ruralidad y la vida en el campo desde Purujosa pueblo casi deshabitado a la sombra del Moncayo.

miércoles, 9 de julio de 2014

Lluvias y riada del Isuela. 3-4 julio 2014

Era verano pero parecía otoño. Una Dana o gota fría en pleno julio. Todo el día lloviendo. Más de 50 litros en 24 horas saturaron la tierra. El resultado, una crecida que alcanzó los 25 metros cúbicos en el aforo de Trasobares.


La misma tarde del día 3, antes de que se alcanzara la punta de la riada, aprovechamos una pausa en el diluvio para acercarnos a los ríos y barrancos. Mientras el Isuela, al estar tan próximo a su manadero, todavía no llevaba una "royada" excesiva, Valcongosto, Matarranas y Peña el Águila llenaban su caudal.
Mientras, en el albergue de Purujosa, la roca natural que cierra el comedor lloraba. Cual manantial, pequeños hilos de agua caían a lo largo de la piedra. La tierra no admitía más agua.
Finalmente, tras la tormenta llegó la calma y con ella las valoraciones de los daños. En nuestro descenso a lo largo del valle del Isuela vimos como el río en su cabecera, a los pies de Purujosa, había incrementado su caudal presentando el característico color "royo" de la riada. La crecida había alcanzado el sistema Karstico que da origen al río en la fuente de Purujosa. Por su parte, en Calcena, el Arco de la Cueva volvía a manar un río de agua.


Así la situación, no nos sorprendió encontrar tramos de la carretera llenos de cantos rodados arrastrados por los caminos e incluso una brigada de mantenimiento reparando las zonas más estropeadas por estas inesperadas riadas.
Si el monte ya presentaba un aspecto primaveral tras los 30 litros caidos 15 días antes, ahora podemos afirmar que la naturaleza llega sobrada de reservas para el previsible estiaje veraniego. 

4 comentarios:

  1. Después de un invierno y una primavera secas, nos llevamos la sorpresa con estás tormentas de verano, como se dice más vale tarde que nunca, pero mejor si cae poco a poco, que siempre se aprovecha más. Un saludo

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  2. Me alegro de que no se hayan producido grandes daños. Y me ha sorprendido mucho ver cómo "lloraban" las paredes del albergue de Purujosa. Buenas cantidades de lluvia para recargar acuíferos y humedecer las capas profundas del suelo.

    Un abrazo.

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  3. Comentaban en el albergue que se habían cogido setas de enebro. ¡Hace un montón de tiempo que no las recolecto! Tendremos setas en verano... Cogí unos rebozuelos que me supieron a gloria y espero que no sean los últimos. Una amanita pantherina me encontró a mí y me espera orgullosa.

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  4. Este mes de julio se puede confirmar que gracias a estas lluvias, han salido más setas en el Moncayo que en sitios mucho más humedos como el Valle de Ansó. Estuve unos días de vacaciones y aunque hay unos bosques impresionantes y muy humedos, se veían pocas setas. Luego los paisanos me confirmaron que no estaba siendo buen verano para coger setas, que algunas se estaban cogiendo pero que no había habido tronadas.

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