Hace poco ví en Amazon Prime un interesante documental titulado overbooking y que analiza la perjudicial masificación turística que ha sufrido la paradisíaca isla de Mallorca. Os dejo a modo de introducción el trailer del mismo:
Mallorca es una isla preciosa, a la que nos unen estrechos lazos familiares y que me enamoró desde la primera vez que la visité. Ahora bien, doy fe de la tesis del documental: La propia masificación de la isla está a punto de destruir el encanto que precisamente atrae a tantos turistas. Hubo un tiempo (que yo no he conocido) donde los atardeceres en reconditas calas en soledad eran posibles, donde en una barca de pescadores podías ver focas entre las olas. Fue ese tiempo el que atrajo a muchos otros, que acabaron con las focas y con la soledad. También con los pescadores. El mallorquín ha sido sustituido por el alemán y las menorquinas por chancletas playeras.
En un tiempo en el que la mayoría de la población vive con prisas y con estrés, en ciudades masificadas, lo que menos le atrae a la gente es continuar haciendo filas y sufriendo aglomeraciones. De ahí que Mallorca pueda morir de éxito y que otros lugares, hasta ahora prácticamente ajenos al turismo por su aislamiento tengan una venta de oportunidad para apostar por un turismo de relax y tranquilidad. Disfrutando del paisaje y de los sonidos sin otra compañía que tu sombra. Donde unos ven problemas, otros ven oportunidades.
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