El periódico digital "El Diario.es" recogía hace unos días el titular: "El pueblo con menos habitantes del mundo cuyo tráfico se regula con semáforos está en Zaragoza". Así comenzaba un reportaje donde se explica que Purujosa, "sobre la ladera del monte y rodeado de naturaleza" tiene esa particularidad porque "la estrechez de la empinada calle central de esa localidad complica la maniobra cuando confluyen dos vehículos al mismo tiempo".
A lo largo del artículo podemos leer el testimonio de Pepe, Mari Carmen o Plácido que coinciden en la necesidad de respetar las señales de tráfico, al tiempo que también sirve el reportaje para poner en valor los encantos patrimoniales de la localidad.
Y tanto que se resiste, es una pena con lo que han trabajado sus gentes estos últimos años arreglando sus casas y calles,a pesar de ello actualmente no tienen ni bar ni albergue... a ver si cambian los tiempos y a la gente se le abren los ojos y empieza a apreciar el turismo de Aragón interior y oculto que hay por descubrir sin salir de su zona y sin tener que hacer tantos Km.
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