
En el año 2009 los vecinos de Purujosa quisieron ser participes de dicha historia. Que menos podían hacer por la montaña que les cobija. En algunas de mis ascensiones a la cima de ese año había comprobado como había desaparecido la imagen. De este modo, propuse organizar una “expedición restauradora”. La idea fue acogida con júbilo. De este modo, el 20 de junio un grupo de Purjosanos fue hasta Cueva de Ágreda y ascendió hasta la totémica cima. Lamentablemente, ese día no pude estar presente pero lo que ocurrió esa jornada ya es leyenda viva que difunde el Isuela por el valle.

Cual fue la sorpresa de los de Purujosa cuando llegaron hasta la columna del Pilar. Cuando el padre Francisco sacaba la nueva imagen de la mochila, se percató de que la virgen ya había sido restituida. Allí preguntaron a algún montañero que les comentó que la colocación se había producido hacía una semana. Con cierta aflicción guardaron la imagen de nuevo, a la espera de una futura expedición restauradora, pero no dudaron en fotografiarse con ambas vírgenes en la cima de la Montaña. Una imagen curiosa para una historia curiosa que no todos conocen. Y es que el Moncayo y la virgen del Pilar, forman parte de la leyenda y tradición de nuestra región, lo mismo que de Purujosa.

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