De regreso de Extremadura: Nostalgia y noticia

Tras unos días de ausencia regreso a Purujosa virtualmente, a través del blog, ansiando volver pronto a pisar sus calles. Viajar es una de las actividades más gratificantes que podemos hacer. Como dijera Francis Bacon, en el siglo XVI, los viajes son una parte de educación y una parte de experiencia. Si el destino es recorrer ciudades como Trujillo, Cáceres, Mérida, Ávila y Medinaceli, repletas de monumentos y plagadas de encantos, en verdad que uno se educa y se instruye con el simple hecho de pasear por sus calles, con un buen libro bajo el brazo. (Ver fotos del viaje) Sin embargo, la nostalgia se apodera del emigrante recordando su hogar. Noel Clarasó dijo que “viajar solo sirve para amar más nuestro rincón natal”. Precisamente por ello es necesario viajar, para añorar lo dejamos, disfrutar con lo que encontramos y tener perspectiva para comparar lugares y gentes con la sabiduría que ofrece la experiencia del camino.

De regreso al hogar, tengo por costumbre leer la prensa atrasada para saber que ha pasado por mi tierra. Sorpresa mayúscula me llevé al leer en el periódico comarcal “La crónica de la Comunidad de Calatayud-Aranda” una noticia sobre nuestro libro de Purujosa. Siempre agrada que los medios se hagan eco de la labor que los historiadores hacemos por amor a nuestra tierra, esa que de vez en cuando dejamos atrás pero siempre llevamos en nuestro corazón.

P.D: Esta mañana de sábado he ido al Palacio de Sástago a una exposición y me he llevado una alegría: El libro de Purujosa está en la vitrina de la tienda de la DPZ, en la esquina entre el Coso y la Plaza España, en pleno centro de Zaragoza. Quién nos los iba a decir.