Vivencias y pensamientos sobre la ruralidad y la vida en el campo desde Purujosa pueblo casi deshabitado a la sombra del Moncayo.

martes, 12 de noviembre de 2013

Crónica VII Jornadas Micológicas Purujosa 2013

A las 10 de la mañana nos fuimos congregando en el albergue del pueblo. Mientras, Mariano y Tomás se subían con el todoterreno municipal a abrir la pista del pinar. Allí pusieron un cartel donde se indicaba que el camino que se interna en el Parque Natural estaría abierto hasta las 3 de la tarde. Teníamos toda la mañana para explorar los pinares.

Tomamos un café para templar el cuerpo de un frío amanecer, al tiempo que saludamos a los visitantes que venían. Unas amigas de Chodes a las que Jesús “El Herrero” les había recomendado las Jornadas, gente que repetía como Toñín de La Almunia (un fijo ya en estas fechas otoñales) o nuevos visitantes que dejaron su tierra levantina por Aragón (un abrazo Rai y compañía). Unos y otros (Ya perdonaréis que no recuerde todos los nombres) nos organizamos para usar el menor nº de vehículos posibles y nos encaminamos a la Sierra.

Para la mayoría era una salida al campo novedosa, no conocían el terreno. De ahí la importancia de intentar elegir un buen sitio para disfrutar de la mañana. El collado de Aparapuercos es un muy buen sitio para las setas, pero los vecinos del pueblo lo conocen. Al llegar ya había un coche. Fue José Luis, que estaba esperando a los cazadores en la carretera, quien nos recomendó ir al Refugio Cerrogordo. Su consejo fue acertado.

Al pasar por la Fuente del Tajo vimos aparcado el coche de nuestro amigo Andrés de Tarazona. Él, como buen conocedor del Moncayo, no necesita guías.  Por la tarde, en la exposición de ejemplares, nos contaría que su elección para buscar tampoco estuvo nada mal. Solo por las vistas de los cantiles de los “Peñones” de la Muela de Añón merece la pena.
Muela de Añón desde Cerrogordo. Fotografía de Rai.

En Cerrogordo aparcamos y tras visitar el refugio libre, iniciamos nuestra exploración ladera abajo. Unos optamos por una vertiente de la loma y otros por la otra. En ambos casos, la gente salió contenta. Todos encontraron rebollones, junto a otros ejemplares para la exposición: numerosos pie de perdiz, algunas amanitas phalloides que vinieron muy bien para ilustrar su potencial peligrosidad, setas de los caballeros que sirvieron para explicar su curiosa historia y actual clasificación como No comestible (aunque algunos vecinos de Purujosa siguen degustándola), senderuelas,  rusulas, etc. Incluso este año hubo en la exposición un Boletus Pinicola.
Variedad en la cesta. Fotografía de Rai.

Al mismo tiempo, mi padre estaba con el micólogo José de Uña en la vecina localidad de Beratón. Un lugar que lleva fama por las setas de cardo pero que ellos admiran por unas manchas de pinos que son uno de los mejores lugares para fotografiar una de las setas más bonitas y con más leyendas del reino fungi: La Amanita Muscaria.

Por la tarde se habilitó el zaguán porticado de la Iglesia para hacer la clasificación de especies. Pepe de Uña, con toda su erudición, fue catalogando las especies con su nombre científico, explicando sus características como el olor, etc. Allí aparecieron recolectores que habían ido de manera individual. Los de Calcena, con Felix a la cabeza habían cogido también una gran cantidad de setas.
Exposición micológica. Fotografía de Rai.

Después nos trasladamos al interior del templo para ver la proyección de diapositivas y la brillante charla sobre “setas medicinales”. A mi lado se sentaba Vidal, que con gran acierto me dijo al oído “Cuanto adelanto nos llevan en medicina natural Japón y China”. En verdad, los hongos tienen infinidad de aplicación y un enorme potencial aun por explotar en nuestra región.


Enseguida bajamos al albergue donde nos esperaba la cena-degustación donde al final el aforo se completó. Fue una velada de hermanamiento y confraternización. Kike y Antonio subieron de Calcena, Isidoro, Martina, José y otros vecinos de Beratón, el Pintor de Illueca con su señora, etc. En nuestra mesa, lo mismo preguntábamos a Juan por las setas de su tierra rumana, que Vicente contaba una anécdota de las I Jornadas micológicas o Andrés nos hablaba de sus aventuras por el Circo de Morca y Valdemanzano.

Desde aquí aprovecho para felicitar a Esteban, Bea, Edurne y toda la gente del albergue por agasajarnos con tan excelentes manjares. En cualquier restaurante, un menú degustación que incluyera un plato de lomo de ciervo con boletus (por no nombrar por ejemplo, la excelente sopa de setas) hubiera costado más del doble y probablemente no hubiera estado tan exquisito.



Luego vino la sobremesa donde el propio Andrés o Azucena tañeron la guitarra para acompañar rancheras, jotas, Labordeta, La Bullonera o Joaquín Sabina. Y la música nos acompañó en la ronda hasta “Casa de los de Ejea” donde amablemente invitaron a recenar y a continuar la fiesta que suponen las Jornadas Micológicas de Purujosa.

6 comentarios:

  1. Que bien lo pasamos y que bonito es todo por allí!
    :)

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  2. Acabé j..dido de una rodilla, pero contento. Hice el domingo una sopa de champis que se les caían las lágrimas de lo buena que estaba. Y eso que se me pasó pedir la receta. ¡Viva la cocinera! Me faltó cazar gambusinos por la noche ;).

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  3. Gracias, Ramiro y purjosanos en general. Unas jornadas muy completas, con una cena deliciosa. Mi chica y yo, aragoneses ya de adopción, volveremos por vuestras hermosas tierras más pronto que tarde.
    Un abrazo.

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  4. Tendré que acercarme un día ha coger unas setas, que si no este año ni las cato, una lastima no poder ir, pero cuando no se puede ..., saludos

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  5. Hola amigos, perdón por la tardanza en responder.
    Me alegro que lo pasarais bien Helena. Me parece que de aquí al invierno aun saldré algun día más con Toñín que le ha cogido mono a esto de las setas jejeje. Como siempre, fue un placer compartir el día con vosotros. Dale un recuerdo a Paula y a ver

    Andrés, un día de estos iremos a cazar gamusinos juntos o a vivir una aventura exploradora por los barrancos del Mocnayo :)

    Rai, me alegra que disfrutarais de las jornadas y ya sabes, cuando vuelvas avisa.

    Eduardo, para la próxima, no pasa nada. Ya saes, si vienes avisas.

    Un abrazo compañeros.

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  6. Para la próxima excursión estaría muy bien adentrarnos un poco en el desconocido mundo de las trufas, ya que el Moncayo favorece a su aparicion, estaria bien un dia de excursion al bosque todos juntos con ayuda de un experto trufero, a ver si para la próxima.. Tenedlo en cuenta! Un abrazo!

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