Vivencias y pensamientos sobre la ruralidad y la vida en el campo desde Purujosa pueblo casi deshabitado a la sombra del Moncayo.

domingo, 27 de diciembre de 2015

Reflexión, recomendación y felicitación navideña

Hemos dejado atrás la Nochebuena, fecha de celebración para los cristianos del nacimiento de Jesús. Sin embargo, resulta paradójico de que a día de hoy buena parte de los historiadores y teólogos coincidan en que la elección de esta fecha constituye una convención para sacralizar celebraciones paganas vinculadas al solsticio de invierno (en la misma línea que la celebración de Santa Lucía, como ya comentamos hace unas semanas). Si vamos a la Biblia y leemos Lucas 2-1:20 observamos que Jesús nació en el momento de celebración de un censo decretado por Augusto César y que en esa misma región había unos pastores pasando la noche en el campo con sus rebaños. Según estos datos, ni la fecha de la natividad pudo ser invernal ni el año se correspondería con el calendario actualmente establecido, habiendo nacido el Señor entre el 4- 3 a.C.


 En todo caso, estamos en unas fechas señaladas de gran importancia en nuestra tradición cultural. Días de encuentros familiares, de fraternidad y de amor. Es por ello importante que el materialismo de nuestra sociedad de consumo no nos oculte una de las más bellas manifestaciones de la palabra del señor: la solidaridad. Numerosos relatos bíblicos, como la famosa parábola del buen samaritano, definen uno de los pilares de la obra de Jesús, el amor por el prójimo: “Todo lo que querríais que hicieran los demás por vosotros, hacedlo vosotros por ellos” (Mateo 7,12).

Banksy, Belen.
Aunque ya no salga en las noticias, la crisis de los refugiados no se detiene por Navidad. Resulta dramático que la víspera de Nochebuena 7 niños murieran ahogados cerca de la costa griega huyendo de la guerra. No debemos olvidar que la propia Sagrada familia fueron refugiados, tuvieron que huir a Egipto en el marco de la matanza de los Inocentes ordenada por Herodes. En el instituto de Teruel donde trabajo han sido escolarizados dos niños refugiados. Su relato estremece al resto de chavales de su misma edad, logra romper la burbuja de bienestar del mundo idealizado que ellos perciben en su vida cotidiana y  toman conciencia de primera mano de los problemas que viven los niños del resto del mundo. En definitiva, empatizan, se ponen en el lugar del otro, entienden que los refugiados son victimas inocentes y que ellos en su situación harían lo mismo.


También son estas fechas vacacionales un momento propicio para que las televisiones retransmitan películas de contenido navideño. La mayoría son puro entretenimiento (solo en casa, un padre en apuros, vaya santa claus, etc.) pero existen algunas  obras maestras como Pesadilla antes de Navidad, Eduardo Manostijeras  o la imprescindible Que bello es vivir. Sin embargo, hoy quiero recomendar un film español que repusieron la víspera de Nochebuena en el programa Versión española de La 2. Me estoy refiriendo a la película de García Berlanga, Plácido (1961).


Sendas nominaciones a los Oscar y a la Palma de Oro de Venecia ya nos señalan la calidad de esta joya que increíblemente logró superar la censura franquista gracias al ingenio satírico tan característico del director. Y es que detrás de una alocada comedia costumbrista ambientada en la cena de Nochebuena se esconde una profunda crítica social a través del retrato de la hipocresía caritativa de la burguesía que no logra esconder la pobreza y desigualdad de dicha sociedad. 

En definitiva, un poco de historia sagrada, otro poco de ética navideña y por último una recomendación televisiva para que disfruten de estas navidades. ¡FELICES FIESTAS!

1 comentario:

  1. Me quedo con Los Gremlins. La verdad es descorazonadora. El fin de año en estado de sitio. Yo quisiera ser civilizado como los animales.

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