Llovizna crepuscular que abate las hojas otoñales de los árboles y arbustos que buscan la sombra en el fondo del barranco, bajo la ermita de la Virgen de Constantín, escondida y camuflada entre las rocas. Mientras, en las altas cumbres, una ligera nevada anuncia la llegada de los fríos.
Distorsión. Los impresionistas no buscaban la plasmación fidedigna de la realidad sino las emociones subjetivas que producía su contemplación. Desenfoque intencionado entre verdes, amarillos, rojos y naranjas que nos trasladan con la imaginación desde los barrancos moncainos a las calles parisinas. Bocetos a "plain air", de Montmatre a Purujosa. Tal vez algún día veamos caballetes y pinceles llegados al Isuela desde el Sena.
Ojalá ( ¿o era "Oh la la"?)
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