Libro Moncayo, un paisaje a escala humana

No se cumplen todos los días 60 años. Con tal motivo, le hemos regalado a mi padre un libro que tiene mucho que ver con Purujosa. Moncayo, un paisaje a escala humana (2011), editado por Prames, es un libro de gran formato, de esos que hacen daño al bolsillo pero cuya calidad es incuestionable. 

Lo cierto es que PRAMES tiene una magnifica colección de libros de gran formato. En Purujosa tenemos el maravilloso Tras las Huellas de Lucient Briet (2000) con fotografías históricas y actuales de paisajes de Ordesa, El gran libro de los Ibones y glaciares del Pirineo (2009) cuyas fotografías son espectaculares pero en cuanto guía no supera al clásico de David Atela Ibones y Lagos del Pirineo Aragonés (Ed. SUA, 1991) y uno de los libros que más me ha gustado y del que ya hice una reseña en el blog: José, un hombre de los Pirineos (2006). Ahora este nuevo compañero se sumará a nuestra biblioteca montañero/moncaina.

Por citar algunas características y detalles, diré que es una obra donde prima la imagen sobre el texto, con unas fotografías sobrecogedoras, desde una vista área sobre Zaragoza con el Moncayo nevado como telón de fondo al detalle macro de unas esporas de un helecho del parque. Entre los autores, en un libro sobre el Moncayo no podían faltar nombres de amigos y conocidos. Enrique Arrechea (Técnico del Parque) hace una introducción bajo el sugerente título labordetiano de “Hacia el Oeste el Moncayo”, Francisco Pellicer nos explica de nuevo la geología de la montaña en un breve texto, Benito Gomara aparece fotografiado con su rebaño en Horcajuelo y Pascual el Forestal vigilando unas tareas de desbroce, Vicente Chueca, el investigador oriundo de Beratón, presenta un poético texto sobre antropología, mientras que Fernando Lampre ha venido desde Bijuesca con su cámara de fotos para firmar varias de las instantáneas.  

  

Las fotografías se organizan en 8 apartados: El aire, las rocas, el agua, los bosques, los pastos, los habitantes, los visitantes y la conservación. Entre las mismas podemos ver varias perspectivas de la Muela de Añón o de las Peñas de Herrera, pasando una página viajaremos desde una vista del Barranco de los Rincones desde el Cabezo de Purujosa a la boca de la Cueva Honda de Calcena. Paisajes conocidos como el Batán del río Isuela, la boca de la cueva Cuartún, la Muela de Beratón, las casas de Purujosa colgadas sobre el valle, el vuelo del alimoche, las cabras montesas en las Peñas del Cabo, recortadas sobre los tejados de Calcena, el Prado de la Dehesa de Cueva de Ágreda, las praderas del Hoyo de Morana, un rebaño pastando bajo las Peñas Albas, etc. 

En definitiva, una libro que todo moncayista debería tener. De hecho, como no iba a estar en mi casa si por aparecer  aparece hasta un detalle de las pinochas (mazorcas de maíz) colgadas en nuestro balcón del “castillo”. Lástima que los geranios aun no tuvieran flores.