Purujosa despidió el año con el clásico
cotillón que compartieron gentes diversas de cinco nacionalidades y dos
continentes. Estuvieron presentes desde los habituales del pueblo y Beratón,
hasta los amigos rumanos y nicaragüenses, pasando por Diego, un mozo de Sancho
Abarca que se enteró por Internet y quiso venir a conocer la zona en una fecha
tan señalada. Esto contrasta con años pasados cuando el pueblo se quedó vacío
en las fechas navideñas y sin ninguna celebración.
La Nochevieja
contó con un suculento menú y una discomóvil que duró hasta las cinco de la
mañana. Entre tanto, no faltaron tracas, matasuegras, serpentinas y cohetes
para celebrar la llegada del 2013.
Al
mismo tiempo, el padre Francisco, en su mística soledad observaba las
constelaciones celestes que en el comienzo del invierno señalan la navidad y el
nuevo año. Desde aquí brindamos por
juntarnos muchas veces más a lo largo de los próximos 365 días en esta Cara
Oculta del Moncayo.
Pues que se repita muchas veces más, claro que sí.
ResponderEliminarAbrazos.
Un abrazo Marga :)
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