Un año más, las fiestas comenzaron con cohetes que anunciaban la tradicional romería a la ermita de San Cristóbal. Algunos subimos junto al Padre Francisco por la vieja senda. La corta y fuerte subida se hace más llevadera con la sombra de los quejigos, el agua de la Fuente Espadas y el almuerzo que nos espera al llegar arriba.
Después, comida de hermanamiento popular en el merendero del río. De nuevo debemos felicitar a los rancheros pues el guiso estaba excelente. Aquí abajo podéis clicar en el icono para ver un vídeo de la sobremesa.
Llovió por la tarde pero despejó para la ronda que se prolongó hasta altas horas de la madrugada. Recorriendo las empinadas calles al ritmo de la jota. Especialmente bonita fue la letra que cantó Lucio:
En las cumbres del Moncayo
Solo dos águilas quedan
Y las han visto volar
hacia las peñas de Herrera.
Tampoco se quedó atrás la tonada que compuso el Sr. Secretario en clara alegoría a las vistas que se tienen desde "El Colladillo".
"Asomao" a mi ventana
Se alegran los corazones
viendo el barranco la Virgen
La Atalaya y los Peñones.
Cuando eran cerca de las tres de la mañana bajamos a por el Mayo. Para pingarlo fue necesario atarle sogas y tirar desde los tejados. Costó esfuerzo, algunos coches corrieron peligro, pero se logró alzar hacia las estrellas.
Y al día siguiente a honrar a la Virgen de Constantín y después la comida en el río de la que compartimos un vídeo de despedida. ¡Hasta San Ramón!
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