Vivencias y pensamientos sobre la ruralidad y la vida en el campo desde Purujosa pueblo casi deshabitado a la sombra del Moncayo.

sábado, 1 de octubre de 2016

Otoño primaveral.

Sequía y calor. Si tuvieramos que definir el tiempo vivido en el mes de septiembre nos remitiriamos a dos conceptos que nos hablan de la prolongación del estio veraniego. Pero las estaciones avanzan, estamos en otoño, los días acortan y el fresco de la noche se prolonga durante más horas sobre la vegetación.

Hasta ahora las plantas no habían dado señales del cambio de estación. Han sido los arces o aceres (acer monspessulanum) quienes han dado el pistoletazo de salida a la lluvia amarilla. En este caso roja. Llamaradas coloradas en medio del verde de las carrascas. Fuego forestal del que nos gusta, no del que destruye el bosque, sino del que lo embellece por unas semanas. 

Ahora solo falta el agua que traerá las setas y el resto de las caducifolias se irán sumando a la sinfonia de colores otoñales. De momento, disfrutemos del adelanto que nos proporcionan los arces.

3 comentarios:

  1. Con lo que ha llovido, las setas las tendrás que ver en foto. Nosotros íbamos a ir el fin de semana a Valcongosto, pero sabiendo que no lleva agua, decidimos dejarlo para más adelante.

    Un saludo.

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  2. A este paso cambiaremos las brevas por higos chumbos en verano. Donde no llega el agua no crece ni Dios. ¡Pobres animales y plantas! El estrés por falta de agua es muy fuerte en Moncayo y se ven más especies cerca de fuentes y arroyos donde antes ni se acercaban.

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  3. Y manantiales bajo minimos. A ver si cambia la dinámica atmosférica.

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