Vivencias y pensamientos sobre la ruralidad y la vida en el campo desde Purujosa pueblo casi deshabitado a la sombra del Moncayo.

viernes, 19 de febrero de 2016

Capitalismo y medio ambiente: De lobos, hoteles (y minas)

A mis alumnos les explico como el capitalismo ve en el medio una fuente de recursos a transformar para obtener productos elaborados con los que satisfacer las necesidades humanas. El problema es que el modelo consumista por un lado hace que esas necesidades no paren de crecer al tiempo que el capitalismo propugna la maximización de beneficios para satisfacer esas necesidades consumistas crecientes. De este modo, se produce un desequilibrio, con la sobreexplotación de los recursos de este desarrollo insostenible en el que nos encontramos.

Digo esto porque recientemente dos noticias me han hecho reflexionar sobre la cuestión al tiempo que las he asociado con nuestras tierras moncainas. Por un lado, el acertado artículo En defensa del lobo donde tras el exterminio de la última manada de lobos del País Vasco, se nos advertía que esta situación “nos devuelve a los años setenta, en que la conservación de la naturaleza ni siquiera se consideraba relevante (…) un tiempo que creíamos superado por el cambio de percepción social sobre el medio ambiente pero (…) 36 años después de la muerte de Félix Rodríguez de la Fuente, el lobo vuelve a ser objeto de odio”.


De nuevo, nos encontramos ante intereses económicos particulares que se imponen al interés general. El lobby de la caza y sus vínculos políticos (recordemos la “Escopeta Nacional” de Berlanga) que observan en el lobo un lucrativo recurso a explotar para maximizar beneficios. Pero “El lobo es un patrimonio de nuestro país y su preservación es tan importante como la de la catedral de Burgos o el museo del Prado. ¿Alguien se imagina al gobierno subastando las obras del Prado? Pues eso quieren hacer con nuestros lobos”.

Tarde o temprano, si los perdigones no lo impiden, el lobo volverá a los montes del Moncayo. Las jóvenes manadas en expansión regresarán a los bosques de donde fueron exterminados. Debemos estar preparados para cuando llegue ese momento. No verlo como un problema, sino como una oportunidad: saber explotar este recurso turístico, garantizando su conservación con la compatibilidad de los usos pastoriles de nuestros montes. Recuperar el equilibrio natural que rompimos hace apenas un siglo. El ejemplo de Asturias con el oso debe guiar nuestros pasos para que en las noches moncainas y en los campos españoles se sigan oyendo los esquilos de las ovejas y los aullido del lobo.

Una de cal y otra de arena. Frente a la mala noticia de la persecución del lobo, la buena noticia de la sentencia que obliga a demoler el macrohotel de “El Algorróbico” en una virginal playa del cabo de Gata, tras una larga lucha social de más de una década.

Ya sabemos que este ha sido el país del pelotazo del ladrillo sobrexplotando nuestro litoral mediterráneo a base de recalificaciones urbanísticas que han sido el origen de buena parte de la corrupción que tenemos hoy en día. De nuevo, anteponer el máximo beneficio inmediato al equilibrio a largo plazo. Tal fue el afán lucrativo que ni el parque natural del Cabo de Gata, aquella isla virgen en medio de una costa desnaturalizada y humanizada, estaba libre del interés especulativo. A las constructoras no les importó incumplir la ley de costas, como siempre se había hecho en este país de caciques. A hechos consumados esperaban que los políticos (sobornados con sus puertas giratorias y comisiones) legislaran a posteriori a favor de los intereses de los grandes grupos de presión.


Pero por una vez se hizo justifica. David venció a Goliat y los tribunales han ordenado derribar aquel esqueleto de hormigón en medio de un parque natural en el que se pretendía privatizar una playa virgen para sus exclusivos clientes.

De nuevo, una noticia que me acerca hasta el Moncayo. Al igual que en el cabo de Gata, aquí también estamos viendo impotentes como las leyes se pliegan ante los intereses privados. Como los montes comunales se privatizan para beneficio de otro gran lobby, en este caso el de la minería. Otra vez, la destrucción de la naturaleza precisamente a las puertas de un lugar único por su riqueza natural. Se repite la misma historia, un espacio declarado Parque Natural para ser protegido pero ante los intereses del mercado, se antepone el beneficio cortoplacista al legado para las generaciones futuras. Pero el ejemplo de otras tierras, aquellas victorias imposibles, desde las Termopilas a Fuenteovejuna, deben guiarnos en nuestra lucha. Cuando se cumplen 500 años de la muerte de Cervantes, debemos ser más quijotescos que nunca y recordar aquella famosa frase apócrifa: “Cambiar el mundo, amigo Sancho, que no es locura ni utopía, sino justicia”. 

martes, 16 de febrero de 2016

Llega el invierno.

El calentamiento global tiene su correspondencia a escala local. Así, el cambio climático se reflejaba en una cumbre del Moncayo sin las nivosas canas y en unos almendros que adelantaban la floración. Pero a las templadas temperaturas uníamos una prolongada sequía que se inició en el ya lejano otoño. 

Pero china chano vamos volviendo a la normalidad atmosférica. Hemos visto los primeros copos y el río ha dejado atrás este extraño estiaje más propio del verano. A los 70 litros caídos en enero se han sumado los 75 litros que llevamos hasta ahora en febrero.  Estas precipitaciones han permitido recuperar los acuiferos agostados y el río Isuela ha multiplicado por siete su caudal a lo largo del pasado fin de semana.

Esta crecida ha llevado a que ahora sea necesario el uso de todoterreno para cruzar a cortar leña a la Umbría Baja pero el el sonido del río y el verdor de los bosques, bien compensa la espera hasta que vuelvan las aguas bajas.

domingo, 14 de febrero de 2016

La vía ferrata Hipocrática en China Chano.

El anterior fin de semana, Mariano Navascués se acercó a Calcena para realizar la vía ferrata del Barranco de la Ujosa. Estamos ante un de los mayores atractivos turísticos de esta cara oculta del Moncayo. Una vía sencilla y corta pero que se complementa a la perfección con otras actividades del entorno (bicicleta de montaña, senderismo, escalada, etc.)

De hecho, una de las mejores experiencias que recuerdo en este valle del Isuela fue la multiactividad que organizamos con los amigos del club de montaña de Rodanas, realizando en la misma jornada el barranco de Valcongosto, la vía ferrata y una actividad de espeleología.

El programa no tiene desperdicio, resultando especialmente emotiva la introducción, donde Diego explica que la denominación de "Hipocrática" proviene de cuando el desaparecido Dr. Morandeira impulsó la realización del Máster de Medicina de Montaña en este entorno moncaino. 

Pero no adelanto más. Disfrutarlo vosotros mismos a través de este enlace: