El mundo cada vez tiende a concentrarse en espacios más pequeños. Es una tendencia global. Las mega-ciudades crecen. España no escapa a este proceso; "un país que concentra a 41 de sus 48 millones de ciudadanos en un 30% del territorio". Sin embargo, los precios desorbitados por espacios reducidos se han mostrado más dramáticos que nunca durante el confinamiento de la pandemia: "Tiene nueve años y vivía en un décimo piso en Alcorcón. Durante la pandemia sus padres tuvieron que llevarlo al psicólogo (...) en septiembre se mudaron al pueblo"
Tras la demonización del campo durante el éxodo rural, aunque existen dificultades, diferentes a las de las ciudades pero igualmente problemáticas, los pueblos viven "un cambio de percepción (...) una revalorización. Los hijos de los que se fueron están viniendo más de vacaciones e incluso rehabilitando las casas porque ven lo que disfrutan los niños - es decir, los nietos y bisnietos de aquellos que emigraron a las ciudades por el bien de sus hijos - es como una espiral que muy lento empieza a girar al revés"
No doy más pistas, no dejo más fragmentos. Os invito a que leáis las entrevistas de estos neorrruales, con sus luces y sombras, en el artículo: La utopía urgente de volver al campo.
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