Vivencias y pensamientos sobre la ruralidad y la vida en el campo desde Purujosa pueblo casi deshabitado a la sombra del Moncayo.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Chismorreos moncainos

Junto a las noticias aparecidas en la prensa, Purujosa en estas fechas da para más titulares y en cuanto corresponsal de este blog contaré algunos “chismorreos” del Nido de águilas del Moncayo.

El mas sonado es el de la habilitación del cuarto de la Primicia, local adjunto a la Iglesia, para dar cobijo a un nuevo sacerdote. La tarea evangelizadora del ermitaño Francisco conlleva que reciba la visita de otros párrocos. En una de estas visitas un compañero también decidió retirarse a las soledades del Alto Isuela y el padre Francisco optó por construir una nueva vivienda alejada de la ermita, dentro del casco urbano, pero separada de la calle por el zaguán interno que dispone la Iglesia. Así, el nuevo asceta podrá lograr un retiro espiritual. Jesús, que siempre ha colaborado con el padre Francisco, arregló la puerta de entrada a la Iglesia y aseguró la puerta de la Casa El Cura, donde ahora se han almacenado los elementos que estaban en la primicia.

(Puerta de la casa el Cura, reubicada en su sitio por Jesús. Aunque esté lavada de color crema, es la única puerta del pueblo que cuenta con dovelas, hechas en piedra tosca)

Tambén hay otras mejoras urbanísticas impulsadas desde el consistorio: la calle Amargura ha mejorado su alumbrado. Se ha instalado una necesaria farola en un punto ciego donde a partir del ocaso reinaba la oscuridad hasta el extremo de ser necesario ir con linterna. Nunca más deberemos ir a tientas al subir por sus empinadas cuestas.

Por otro lado, por primera vez en Purujosa, se ha sacado lotería para el sorteo Navidad. Como curiosidad, decir que el numero elegido ha sido el del código postal del pueblo y una imagen del albergue presido el boleto. A ver si toca.

Finalmente, la ya citada obra del puente. Es cierto que era una obra imprescindible, su ruinoso estado constituía un peligro para todos los usuarios y sus estrechas dimensiones impedía el acceso a los camiones de bomberos con el riesgo que ello conllevaba en caso de incendio. Constituía una reivindicación histórica que contaba con el agravante comparativo del puente de Peña águila de la vecina localidad de Calcena, que había sido restaurado 7 años atrás. La obra ha sido efectuada y hemos mejorado nuestras infraestructuras. Sin embargo, el agravio comparativo continúa ante el diferente cuidado estético puesto en ambas obras. El puente de Peña el Águila cuenta con unos acabos que se insertan mucho mejor en el paisaje, la barandilla de piedra, madera y forja pintada de verde es mucho menos agresiva que el antiestético quitamiedos de carretera puesto en nuestro puente. Curioso cuando menos, dado que el Puente de Purujosa comunica dos localidades, dos comunidades autónomas, y es la vía de entrada a la zona del Tablado del Parque Natural del Moncayo. A veces no entiendo a los ingenieros y arquitectos, la verdad. Al menos, no pasaremos miedo al cruzar el puente ya que antes no había ni barandilla ni quitamiedos.



(Puente de Peña Águila, Calcena. Hecho en 2003)

(Detalle puente Peña Águila)

(Puente de Purujosa. 2010)


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