Por fin he gustado este otoño las setas del Moncayo. El fin de semana pasado, mientras yo estaba en la Calcenada, mi padre aprovechó para subir a Beratón. Había llovido en los ultimos días y su olfató setero le decía que podían haber salido hongos. No falló.
Cuando llegué a casa el domingo, me esperaba en el zagúan una cesta de variadas setas: algunos rebollones (Lactarius Deliciosus)y bastantes capuchinas (Tricholoma Portentosum)que aquí algunos llamamos genericamente negrillas o ratón, al asociarlas con la Tricholoma Terrum. Les acompañaban en la cesta unas cuantas babosas (Hygrophorus Gliocyclus) y muchas llanegas amarillas (Hygrophorus Hypothejus). Estas dos ultimas especies yo no las recojo en el campo, aun no estoy familizarizado con ellas, pero poco a poco iremos conociendo su textura, tonalidades y formas para incluirlas en mi cesta.
Por cierto, degustamos las setas mientras veíamos el programa Cazadores de setas, que esta semana recorría el Maestrazgo de la mano de unos vecinos de Cantavieja. El programa no tuvo desperdicio, lo mismo cantaban jotas mientras masticaban una faria que explicaban con la navaja de las setas como castras tocinos. Muy salados los 3 abuelos de Cantavieja. Estas setas van a su salud.
Hace 17 horas
Eso es trampa, que nos ponéis los dientes largos. Por cierto, no estaría de más una receta con ellas, para ver cómo las guisáis.
ResponderEliminarUn saludo