Vivencias y pensamientos sobre la ruralidad y la vida en el campo desde Purujosa pueblo casi deshabitado a la sombra del Moncayo.

martes, 23 de noviembre de 2010

Crónica Calcenada Otoño 2010

Cuando llegué a Purujosa era noche cerrada. En el albergue, alguna mesa estaba preparada para los huéspedes que al día siguiente harían la calcenada. Me senté con el pastor de Mesones y hojeé la revista Campo Base para hacer tiempo. Cuando el reloj marcó las 8, me bajé a Calcena. Si el año pasado la Calcenada fue un éxito con casi 1.000 inscritos, este con 1.500 constituía todo un reto. El incremento del 50% de participantes daba muestras del buen hacer de los organizadores, pero al mismo tiempo asustaba bastante: ¿Podríamos coordinar a tanta gente?; Mariano Miguel lo dijo: “podemos morir de éxito”, pero nada más lejos de la realidad.

En la carpa, Carlos del Albergue de Purujosa había preparado los garbanzos y salchichas para más de 200 comensales. Me puse con los amigos de la Peña el Ribazo, cerca de Mariano y Vicente, amigos de Purujosa, que se habían puesto con Felix y Santi de Calcena. En el sorteo, el primero numero en aparecer fue el 113, que casualmente tenía un servidor. Fui agraciado con un reloj que cedí a Antonio para que lo colgara en su peña. Después llegó lo mejor de la noche: Los Mariachis. Qué bien suenan los violines, guitarras y guitarrón con el rumor del río Isuela de fondo.


A las 6:15 de la mañana sonó el despertador. Cuando salí a la calle era noche cerrada, llovía y por la calle corría el agua. Mal oraje para lo que nos venía encima. Mariano y Vicente ya estaban preparados para salir camino de su avituallamiento en el Santo. Yo por mi parte me dirigí a Calcena; me puse el chubasquero, frontal y chaleco reflectante para dirigir los coches en el aparcamiento alto. Algunos conductores nos decían que en el Puerto de Beratón nevaba. Aquí el agua y el transito de cientos de coches hizo que algunos vehículos patinaran en el barro de la rampa de acceso.


Amaneció. Tras observar el discurrir de la serpiente multicolor de participantes nos dirigimos al bar donde un carajillo y el posterior chocolate nos templó el cuerpo. Entonces dio la salida de los participantes con deficiencia visual. Es de alabar la entrega de estas personas y de sus guías.


Luego nos fuimos a montar nuestro avituallamiento en la ermita de San Roque. Este año no tuvimos arco de Trangoworld pero tuvimos música y decoración: bandera de Aragón y camisola de la peña del Ribazo. Raudos pasaron los runners, entre los que se encontraba la olímpica María José Povés, más tranquilos los senderistas. De repente, mientras sonaba la Ronda de Boltaña en el avituallamiento, se acercó un senderista gritando: ¡Coño! Los de mi pueblo, que yo soy del Sobrarbe!”. También me resulto muy emotivo el reencuentro con mi antiguo profesor de inglés, Juan, que participaba en la prueba. Y es que la Calcenada da para muchas pequeñas historias.

Al rato nuestras guapas chicas del avituallamiento Lorena y Paola se cansaron de mi música folk y Lady Gaga resonó a los pies de las Peñas del Cabo. Se nota que somos el avituallamiento más joven, lo cual no nos priva de compartir la bota con los más veteranos andarines.


Pasadas las 4 de la tarde llegamos a la carpa, consecuencias de ser el ultimo avituallamiento de la prueba. Disfrutamos del exquisito estofado pero pronto tuvimos que plegar, había que coger la furgoneta para retirar los restos del avituallamiento. Cuando me marché a Purujosa, muchos voluntarios seguían retirando sillas, caballetes y mesas de la carpa. Llena de satisfacción ver como todo un pueblo se vuelva en una prueba que ya constituye todo un hito en el Moncayo. Hasta la próxima.

2 comentarios:

  1. Hola Ramiro.

    Soy Francisco, el voluntario de Calcena, que siempre voy el último.
    La verdad es que aunque hubo mucho trabajo para todos, los resultados compensan.
    Que buena esa cervecita en la Ermita.
    Ya sabes que junto con Antonio Novoa y el que se quiera apuntar, tenemos pendiente una salida al monte.

    Un saludo.

    Francisco.

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  2. Hola Francisco. Tengo en cuenta la salida, habrá que mirar para el puente de la Constitución que estaremos por ahí arriba. Mantenemos el contacto. Un abrazo.

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