Que
gusto da salir al monte y respirar la humedad que exhala el bosque después de
tanta sequía. Además, el otoño ya está aquí con sus vivos colores. El
barranquillo de la Hola del Pi está en su máxima expresión cromática con arces
de vivos colores.
Además,
el tiempo ha acompañado y está siendo una buena temporada de setas. No tanto de
rebollón, que tan solo está saliendo por el pinar de Calcena, pero senderuelas,
champiñones y sobre todo, setas de cardo, se están cogiendo en abundancia. Bien
lo saben, Carlos, Isidoro, Dhieemy y Juan Carlicos, a los que ni la lluvia ha
detenido en sus salidas al campo. Yo también hice mi salida a la Planilla pero
con una recolección más modesta de setas de cardo, aunque encontré bastante
negrillas.
Mañana serán las jornadas micológicas, aun estáis a tiempo de pasar el día en la cara oculta del Moncayo, aprendiendo sobre el fascinante mundo de la micología mientras las grullas vuelan al sur. Ya han llegado las primeras heladas.
El otoño es la estación que más me gusta, el color de los arces y el cielo azul lleno de grullas es impresionante.
ResponderEliminarMe gustó mucho este post.
Hola Marga. Coincido plenamente, El otoño también es mi estación favorita. Los paisajes nevados me encantan, pero son tan efimeros en estas latitudes que los disfrutamos poco. Sin embargo, el otoño lo tenemos durante varias semanas para disfrutar de sus colores.
ResponderEliminarUn abrazo.