A las 7:30 de la mañana salí desde
Calamocha. Obvié la autovía. A 120 Km/h es difícil observar el paisaje.
Acompañado por el Jiloca descendí hasta la amurallada ciudad de Daroca y luego las
torres mudéjares me dieron la bienvenida a Calatayud. Arcillas y cuarcitas,
yesos y cárcavas. Por las solitarias carreteras iba interpretando el territorio
montañés del sistema Ibérico. Recapitulando conceptos elementales de
geomorfología para el geolodía.
Recogí a Fernando en Oseja y alcanzamos el
puerto de la Crucija. Mariano de Calcena y el resto de los miembros de
protección civil dirigían el tráfico. La cantidad de vehículos nos recordaba a
la mítica prueba ciclo-senderista de la Calcenada que discurre por estas mismas
sierras. Mariano de Purujosa junto a Esteban repartían desayunos entre los
participantes. Enseguida saludé a Andrés que iba realizando un reportaje
fotográfico. Charré con los amigos de Calcena. Luego Roberto de Ricla me
presentó a Eduardo Viñuales, al que solo conocía virtualmente a través de las
redes sociales. Sabiendo el amor de ambos por la laguna de Gallocanta les
comenté la cantidad de grullas, milanos o cernícalos que veo cada mañana por
las llanuras cerealistas.
Las más de 160 personas congregadas rebasó las previsiones
más optimistas. Un éxito de participación que demuestra la buena labor de
difusión realizada a través de las redes sociales y del boca a boca. En el
puerto de la Crucija comenzó el Geolodía pero la nubosidad impedía observar la
bella perspectiva que se tiene desde este punto panorámico.
Luego visitamos la Cueva Honda,
donde se explicaron diversos elementos de las formaciones kársticas, de la gran
colonia de murciélagos que la puebla en la actualidad y los animales que las poblaron
en el pleistoceno, como las hienas de las cavernas que se encontraron en la
vecina cavidad de Cueva de los Aprendices o el cubil de leopardos de la Cueva
de los Rincones de Purujosa.
Precisamente, el conocido como "Nido de Águilas del Moncayo" por la enriscada ubicación de su caserío fue nuestro siguiente destino. Me alegró conocer personalmente a Miguel Mena en el mismo lugar que había ocupado nuestras conversaciones radiofónicas.
Nos dirigimos hasta las laderas de la Sierra del Tablado, entre los barrancos de Peña Gorda y La Barraca, donde aparece un yacimiento cámbrico de importancia mundial para conocer el origen de la vida en el planeta hace 500 millones de años. La actividad concluyó con una prospección en el terreno, donde algunos afortunados encontraron trilobites de gran belleza. Otros a falta de fósiles cogimos senderuelas en los verdes prados que nos está dejando la lluviosa primavera.
Y fue la lluvia que llevaba amenazando toda la mañana la que terminó de ahogarnos la jornada. Justo cuando nos disponíamos a disfrutar de la excelente comida a la brasa en el merendero junto al río Isuela, la tronada hizo acto de presencia. Aun así, protegidos por los paraguas, continuamos conversando los amigos que nos habíamos reunido para esta ocasión. Antonio nos ilustraba con los documentos que ha encontrado sobre Purujosa en su investigación en el archivo de Protocolos notariales de Zaragoza, con David de Talamantes debatíamos sobre senderos desde su experiencia en PRAMES y Roberto, el guía de Cara Oculta, nos hablaba sobre proyectos de escalada en el entorno moncaino.
Por fortuna, la lluvia cesó y los tímidos rayos solares nos animaron a acercarnos hasta la boca de la Cueva de los Rincones. No en vano, el sendero que asciende hasta el circo del barranco es uno de mis lugares favoritos de la Cara Oculta del Moncayo.
Finalmente, desde estas breves líneas queremos felicitar a Samuel, Gloria, Víctor, Mario y al resto de organizadores del Geolodía, a Bea y el equipo del albergue de Purujosa y también a las administraciones que han colaborado con el evento como el Ayuntamiento de Purujosa y la Comarca del Aranda. Desear que los científicos continúen trabajando en estos yacimientos moncainos y que los vecinos del valle puedan apreciar y beneficiarse de la riqueza geológica que encierran las rocas de sus barrancos.
Un placer conocerte ayer, Ramiro. Sigue con tu blog y tu amor por lo natural, y a ver si coincidimos más veces. Un abrazo:
ResponderEliminarEduardo Viñuales.
Un placer conocerte ayer, Ramiro. Sigue con tu blog y tu amor por lo natural, y a ver si coincidimos más veces. Un abrazo:
ResponderEliminarEduardo Viñuales.
Buena crónica, buen ambiente,buenas intenciones junto acciones que ponen en valor un entorno con un alto potecial natural,cultura,deportivo y de patrimonio que bien merecen su reconocimiento.
ResponderEliminarGracias Ramiro por sumar!
Y por compartir tus coplas!!
Un Saludo
Buena crónica, buen ambiente,buenas intenciones junto acciones que ponen en valor un entorno con un alto potecial natural,cultura,deportivo y de patrimonio que bien merecen su reconocimiento.
ResponderEliminarGracias Ramiro por sumar!
Y por compartir tus coplas!!
Un Saludo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGuauuu, que cantidad de gente, desde luego fue un éxito, lastima el tiempo, pero aun así, seguro que pasasteis un día fantástico.
ResponderEliminarLo pasamos bien, si. A ver cuando el Moncayo vuelve a unir nuestros pasos y Eduardo se puede sumar a la próxima :)
ResponderEliminarAbrazos.