Vivencias y pensamientos sobre la ruralidad y la vida en el campo desde Purujosa pueblo casi deshabitado a la sombra del Moncayo.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Fiestas San Ramón 2010

Ya se habían ido los de la tele. Cuando llegamos a Purujosa el viernes por la tarde para disfrutar de las fiestas nos dieron la noticia: por la mañana un equipo de Aragón Televisión había estado grabando por el pueblo y hasta habían hecho una entrevista a nuestro ilustre ermitaño. Precisamente, esa tarde bajamos con el Padre Francisco hasta el Pilón de la Leche. Aunque lo habíamos restaurado hacia meses, todavía no había sido bendecido y que mejor ocasión que las fiestas patronales. Jesús con su potente y templada voz cantó una jota para dar por concluido el acto y nos dirigimos al albergue.

Subiendo por la calle la Corte, nos detuvimos a ver lo bien que han arreglado Vicente y Fernando una fachada que amenazaba con sumarse a las ruinas que pueblan esta calle. En la plaza, Chori estaba haciendo pruebas de sonido para la discomóvil de la noche. Ya en el albergue la merienda-cena estuvo muy bien, ni mucha ni poca gente y sabrosos platos que acompañaban conversaciones en torno a la ampliación del albergue, cuyas obras se habían iniciado días atrás. De hecho, mientras merendábamos las maquinas seguían nivelando el terreno donde se asentara la derribada casa de Faustino.

La discomóvil del viernes contó con un gran acierto y es que empezó muy pronto y con muchos pasodobles. Ello permitió que, a diferencia de otros años, hubiera ambiente en la plaza dado que la gente mayor se quedó a bailar. Además, este año Chori había traído efectos ópticos discotequeros que daban a la fiesta auténtico sabor de verbena. Luego llegó el turno del karaoke aunque a las tres nos recogimos, que al día siguiente había procesión.

En la procesión se bajó hasta donde estuviera erigido el desaparecido pilón de San Ramón, en la plazuela del albergue. Precisamente surgió la idea de levantar en un futuro un peirón donde estuvo situado el original. Ya aproveche mi visita a la Iglesia para recoger nuevos documentos para nuestro trabajo de investigación y me recluí en casa a leerlos.

Luego vinieron mis amigos de Lumpiaque y como decía una jota del Valle de Echo “los viejos a echar la siesta y los jóvenes a rondar”. Precisamente esperamos a que la Ronda llegara hasta nuestra puerta y tras ofrecer pastas y moscateles nos sumamos al recorrido que se prolongó hasta las dos de la mañana, acabando en casa del Alcalde. Allí, una vez recogidos los profesionales, los joteros amateur entonamos jotas de picadillo para terminar Aurelio y yo cantando nuestras tradicionales rancheras.

La discomovil estuvo genial, con las joteras y mis amigos monopolizando la plaza. Poca juventud pero muy entonada. Lastima que cuando fui a por la traca que daría fin a la noche hubiera algún incidente con esas personas mayores que no entienden que la noche es de los jóvenes y que no dan el ejemplo cívico que les corresponde por su edad, más bien lo contrario. Olvidados los problemas dado que el tiempo todo lo cura, al día siguiente se cantaron los esperados gozos a la virgen pero allí no pude estar de testigo. Aun así, nada más llegar a Zaragoza, me puse la grabación que hicimos de los mismos en 2006, para recordar los buenos momentos que hemos pasado y pasaremos en estas fiestas de Purujosa.

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