Vivencias y pensamientos sobre la ruralidad y la vida en el campo desde Purujosa pueblo casi deshabitado a la sombra del Moncayo.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Amanecer entre nieblas

El domingo cuando me levanté para ir a la Calcenada todavía era noche cerrada. Me asomé al balcón para ver las estrellas y me llevé una sorpresa: El valle estaba cubierto de nieblas, apenas se veía el cabezo de enfrente y vaporosas nubes se colaban por el barranco de la Virgen. Este es un espectáculo poco usual en Purujosa, donde las nieblas no son frecuentes.

Cuando salí a por el coche comenzaba a clarear y curiosamente, observé que hacia el norte no había nieblas. La muela de Beratón tomaba unas tonalidades rojizas al calor de los primeros rayos del alba. Me giré hacia mi casa y aun pude observar un telón de fondo de neblinas que jugueteaban a esconder el Raso. Lamentablemente, las fotografías no reflejan la idílica estampa que quedó grabada en mis retinas, pero ayudará a que la imaginéis.

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