Vivencias y pensamientos sobre la ruralidad y la vida en el campo desde Purujosa pueblo casi deshabitado a la sombra del Moncayo.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Crónica de las II Jornadas de actividades en Montaña (Calcena)


Llegué al centro de interpretación de la naturaleza de Calcena y me detuve a mirar la excelente maqueta de la Cara Oculta del Moncayo. José Luis Sanvicente, ponente del Centro Excursionista Moncayo de Tarazona, señalaba con el dedo el barranco de Valcongosto y explicaba a Basi, del Parque Natural, los problemas de mantenimiento de los senderos. Me presenté y de repente oí una voz familiar a mi espalda: Era Mari Ángeles de Borja, amiga del Centro de Estudios Borjanos, que subió a Purujosa para la presentación del libro sobre la localidad (ver aquí). Había subido con su hermano y otro compañero, todos del Club de montaña de Campo de Borja.

 Por si fuera poco esta coincidencia, apareció por la puerta Jordi, al que conocí este verano mientras trabajaba en el museo del Calzado de Brea porque él organizaba salidas turísticas desde los balnearios de Jaraba. A pesar de tantas caras conocidas, eché en falta más afluencia (tan solo estuvimos 12 personas) y mayor representación de oriundos de la zona, principales actores del desarrollo de la región. Seguro que me dejaron a mi solo en representación porque estarían cogiendo setas. 

Tras las presentaciones, José Luís Sanvicente desgranó las potencialidades turísticas de este sector meridional del Moncayo. Especial interés mostré al referirse al turismo naturalista. Jordi incidió en sus experiencias con grupos de turistas en Gallocanta y yo cité el caso de la familia de ornitólogos que acuden todos los años a Purujosa a observar rupícolas. 

Por su parte, los miembros del equipo de rescate en montaña de la Guardia Civil, con base en Tarazona, incidieron un los peligros de las actividades en montaña, recalcando especialmente las particularidades del Moncayo, como su característica ventisca en la zona de cumbres. Especialmente dramático fue el testimonio (con material gráfico incluido) del alud del 2009, donde falleció un montañero. Las imágenes ejemplificaban la trampa que suponen unos cm. de nieve transformada sobre una persona. 

Después fuimos al albergue de Calcena a tomar un café. Tenía ganas de conocer a los chicos que lo llevan, aunque no tuve tiempo de conversar todo lo que quisiera porque enseguida marchamos a Purujosa para realizar el sendero de los barrancos, señalizado por el Parque Natural. Niguno de los presentes conocía la excursión y disfrutaron mucho con la humedad que desprendía el bosque. No es baladí que nos encontraramos unos buscadores de setas por el collado de Barrevinosos. Además, el colofón lo puso el callejeo por las calles de Purujosa y la parada en mi casa a templar el cuerpo tras la fina lluvia que nos acompañó parte del recorrido.

En definitiva, una gran jornada montañera que complementé al día siguiente con una jornada setera por los prados de la Planilla. Pero esa ya, es otra historia.

2 comentarios:

  1. ¡Un fin de semana otoñal completo, con setas incluidas!Lástima que no acuda demasiada gente a este tipo de jornadas, porque las posibilidades de promoción turística de la zona son muchas, sobre todo del punto de vista natural.Un abrazo

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  2. Hola Miguel Ángel. Primero quiero felicitarte por tu reciente parternidad, estarás bien contento con la parejita. Dale recuerdos a Nuria también. Ahora que te van los abuelos de niñeros a Barcelona, aprovecho para invitarte a las jornadas micológicas, tanto por las setas, como por el espectacular cromatismo que está adquiriendo el bosque estos días. Disfrutarías con la fotografía. Un abrazo.

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