Vivencias y pensamientos sobre la ruralidad y la vida en el campo desde Purujosa pueblo casi deshabitado a la sombra del Moncayo.

lunes, 2 de agosto de 2021

Reseña: Pensamientos desde mi cabaña

 Es increíble como la humanidad repite patrones. Muchas de las conductas que realizamos hoy, las realizaron mucho antes otros. Es el caso del retiro a las montañas, a la naturaleza, alejándonos del ruido de la ciudad. En el siglo XIII vivió en Japón el poeta y músico Kamo no Comei, quien abandonó la Corte imperial para abrazar las enseñanzas de buda y vivir humildemente apartado de todos. Un ermitaño oriental, un "padre Francisco" del país del Sol Naciente.


Por eso, las reflexiones que dejó en un breve libro titulado "pensamientos desde mi cabaña" siguen siendo validas siglos después. Lleno de lírica ("haciendo de las nubes mi almohada") va desgranando en sus palabras un bello amor por la naturaleza: "Cuando el día es luminoso, subimos a la cumbre del Hino y contemplamos el horizonte (...) la belleza de un paisaje no tiene dueño, de modo que cualquiera puede obtener consuelo con su contemplación". Precisamente, su forma de vida le conduce a la meditación: "Al despertar durante las noches de invierno, atizo los rescoldos entre las cenizas y los convierto en mis amigos".

Podemos ver que su forma de vida es un claro precedente de la actual teoría del decrecimiento: "La luna de mi vida declina en el cielo y está ya por hundirse tras las montañas ¿De qué preocuparme ahora que mi vida toca a su fin? La enseñanza de Buda consiste en el desapego hacia todas las cosas (...) No deseo nada (...) sólo busco la tranquilidad y el placer que me ofrece la ausencia de toda angustia".

Lecciones para el presente. 

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